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¿Modifican las reformas laborales la ley de Okun?

La Paradoja de Kaldor

Las instituciones españolas y de la UE consideran que las recientes reformas del mercado laboral han mejorado la flexibilidad, permitiendo generar más empleo con una menor creación del PIB.

Esta relación puede analizarse mediante la conocida Ley de Okun. Esta regularidad empírica establece una relación significativa, estable e inversa entre la tasa de crecimiento del PIB y la tasa de variación del desempleo. Aunque existen múltiples versiones de esta ley (Ball, Leigh & Loungani, 2017), se suele formular en dos tipos. La versión en diferencias y la versión de brecha o gap.

La primera establece una relación negativa entre las tasas de crecimiento trimestrales de la tasa de desempleo y la del PIB en términos reales. A su vez, se compone de una formalización estática de relaciones contemporáneas y una dinámica, que incluye las variables retardadas. En el segundo caso, se realizan estimaciones mediante procedimientos de filtrado para obtener el elemento tendencial de ambas variables. Permitiendo así calcular en términos de diferencias respecto a su tendencia (componente cíclico). A pesar de que se ha desarrollado una extensísima literatura sobre formas de estimar esta regularidad, usaremos la primera formulación ya que sigue siendo la versión más intuitiva [1].

∆Ut = α + βY ̇t + ωt        [1]

La tesis más común sostiene que se ha producido un cambio en la curva de Okun por lo que la economía española necesita ahora un menor crecimiento del PIB durante los períodos de expansión de que durante el ciclo anterior, principalmente como consecuencia de las reformas laborales, y en concreto de la reforma del año 2012 (Cuerpo, Geli, & Herrero, 2018).

Lo cierto es que existe evidencia de este comportamiento durante la recuperación de la economía española. En el gráfico 1 se muestra la curva de Okun para el período previo al inicio de la recuperación económica (fechada en el tercer trimestre del 2013) y en el período siguiente. Como se puede observar, la curva durante la recuperación se sitúa significativamente a la izquierda, esto implica que es necesaria una menor creación del PIB para reducir el desempleo. De igual forma, la pendiente de la curva no ha variado de manera relevante, así que se reduce el desempleo aproximadamente a la misma velocidad.

El problema de esta interpretación, es que no está considerando el efecto de las variaciones de la población activa (L). El desempleo puede estar reduciéndose más rápido no porque se este creando empleo a mayor ritmo sino porque la población activa se está reduciendo. De esta forma, la tasa de empleo (E/L) estaría incrementándose al reducirse el denominador.

Para corregir este efecto podemos calcular la curva en términos de la ratio PIB/Población activa, en vez de sólo por el PIB [2].

∆Ut = α + β(Y ̇t/L ̇) + ωt        [2]

Los resultados se muestran en la tabla 1. Si analizamos en primer lugar los coeficientes obtenidos según la versión tradicional se produce un cambio drástico en la tasa de crecimiento del PIB necesaria para reducir en un 1 p.p. la tasa de desempleo. Así mientras que en el período conjunto y en la anterior fase expansiva se requerían importantes crecimientos del PIB, en la recuperación se han reducido a la mitad (de 3,6% al 1,8%).

Pero si se estudian los resultados de la segunda estimación, las conclusiones son diametralmente opuestas. En este caso el incremento del PIB ponderado por la población activa necesario para reducir 1 p.p. la tasa de desempleo era de 1,6%. Por el contrario, en la actual fase expansiva esta tasa es de 1,7%. Esto significa que no sólo no se ha reducido de manera relevante, sino que de hecho se ha incrementado ligeramente.

2

En conclusión, el único efecto que se observa de las reformas laborales en el desempleo desde el punto de vista macroeconómico es que se ha reducido la población activa (ya sea por la emigración, el envejecimiento u otras fuentes de inactividad). Pero no se puede afirmar que haya ayudado a crear empleo, ya que si se omite el factor poblacional la evolución es prácticamente la misma que la ocurrida tradicionalmente.

A ello hay que sumar, como recoge el propio documento de la AIREF (Cuerpo, Geli, & Herrero, 2018), que se ha incrementado la situación de precariedad en el mercado laboral. En definitiva, a pesar de que se está creando empleo a un ritmo similar la calidad del empleo es peor.

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Referencias

Ball, L., Leigh, D., & Loungani, P. (2017). “Okun’s Law: Fit at 50?”. Journal of Money, Credit and Banking49(7), 1413-1441.

Cuerpo, C., Geli, F., & Herrero, C. (2018). “Some unpleasant labour arithmetics: a tale of the Spanish 2012 labour market reform”. DT/2018/01, AIREF

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