Inicio Actualidad Económica Qantas busca la última frontera de la aviación: vuelos de 20 horas

Qantas busca la última frontera de la aviación: vuelos de 20 horas

La aerolínea australiana Qantas se dispone a llevar la aviación comercial hasta el límite. La compañía ha anunciado hoy que va a realizar tres vuelos experimentales desde Sídney hasta Londres y Nueva York para analizar las consecuencias de trayectos de casi 20 horas en la salud de los pasajeros.

Para realizar estos test, la aerolínea utilizará los nuevos Boeing 787-9s. Este modelo está especialmente dotado para vuelos largos, pues tiene un bajo consumo de combustible y una autonomía de hasta 15.700 kilómetros. En los aparatos viajarán un máximo de 40 personas, incluidos tripulación, personal de Qantas y un equipo científico que analizará el impacto de los patrones de sueño, el consumo de bebida y comida, la luz o el movimiento físico en la salud y el bienestar de los pasajeros.

Los investigadores también analizarán a los pilotos, que llevarán un dispositivo de electroencefalograma para medir su estado de alerta y determinar las pautas de trabajo y descanso más adecuadas, indicó la compañía. «Los vuelos de ultradistancia presentan muchas cuestiones de sentido común sobre el confort y bienestar de los pasajeros y la tripulación», dijo el director general de Qantas, Alan Joyce, en un comunicado. «Estos vuelos nos proporcionarán valiosos datos para ayudarnos a responderlas», añadió Joyce, que los calificó como «la última frontera» en aviación.

Las pruebas supondrán el primer vuelo sin escalas realizado por un avión comercial entre Sídney y Nueva York, y el segundo entre la ciudad australiana y Londres.

Qantas ofrece desde 2018 un vuelo directo de 17 horas entre Perth, en la costa oeste australiana, y Londres, que la aerolínea ya ha utilizado para obtener información sobre el impacto de trayectos de largo recorrido en pasajeros y tripulación. El vuelo más largo sin escalas lo ofrece actualmente Singapore Airlines, que también desde el año pasado enlaza el aeropuerto de la ciudad-estado con el de Newark, en Nueva Jersey (Estados Unidos) en 18 horas y media.