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“Que Guindos vaya al BCE es una mala noticia” (Entrevista a Nacho Álvarez)

El Siglo de Europa (Manuel Capilla)

Nacho Álvarez es el ‘cerebro’ tras los Presupuestos Generales alternativos que Podemos ha presentado en sociedad. Unas cuentas públicas que recogen una profunda reforma fiscal para aumentar el gasto en más de 24.000 millones de euros y sostener medidas como la Renta Mínima Garantizada, la gratuidad de las escuelas infantiles o la revalorización de las pensiones en línea con la inflación. Este profesor de Estructura Económica en la Universidad Autónoma de Madrid, explica a El Siglo que “lo que podría ser una buena noticia, que un español ocupe la Vicepresidencia del BCE, se torna en una mala noticia porque es premiar y llevar a Europa a quien ha sido responsable de durísimos recortes en nuestro país”.


ALEX PUJOL

¿De qué se siente más satisfecho de los Presupuestos alternativos que han presentado?
Son capaces de poner en el centro los grandes problemas económico-sociales de nuestro país. En primer lugar, la igualdad entre hombres y mujeres. Son unos presupuestos que plantean educación de cero a tres años, permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles y medidas de dependencia. Estos tres elementos son un bloque muy importante para corregir la desigualdad, que sobre todo tiene un componente laboral. Garantizan carreras laborales y menos discontinuas en las mujeres y, por tanto, acercar la brecha salarial. Hay un segundo bloque, muy potente, que tiene que ver con  transformar el crecimiento económico en clave de sostenibilidad. El Plan de Transición Energética va precisamente en ese sentido, en garantizar que el crecimiento se hace compatible con una reducción significativa de las emisiones de CO2. El tercer bloque tiene que ver con atajar el fracaso que supone que la recuperación no llegue al bienestar de la mayoría social. Y, por último, el cuarto busca mejorar la productividad de nuestro tejido productivo, fijando la I+D+i como referente y haciendo de la digitalización algo posible pero sin que entrañe mayor precarización.

El capítulo más ambicioso presupuestariamente tiene que ver con la Seguridad Social, donde pretenden aumentar la recaudación con medidas largamente demandadas por los sindicatos como el destope de las cotizaciones máximas. ¿El sostenimiento de las cuentas de la Seguridad Social y por extensión de las pensiones es el mayor desafío al que se enfrenta España?
Es uno de los grandes retos que en este momento tiene el sistema de bienestar y la cobertura social. Las políticas de redistribución tienen en las pensiones públicas su columna vertebral y, por tanto, es fundamental atender el doble reto que tienen que afrontar. Y hasta ahora las reformas del Gobierno han malentendido el reto de garantizar su sostenibilidad, a costa de reducir el gasto que tendremos en pensiones en las próximas décadas. El reto es fijar un suelo de ingresos que garantice su sostenibilidad financiera pero también su calidad. Nosotros lo tenemos claro, hace falta mejorar la aportación a la caja de la Seguridad Social.

¿Qué piensa cuando oye desde el Gobierno y el PP llamar al ahorro en fondos privados de pensiones?
Que es difícil de entender, desde el punto de vista macroeconómico, que el ahorro de las familias sirva para garantizar pensiones por la vía privada pero no sirva por la vía pública. Esto no es así. Es una voluntad por parte del Gobierno de impulsar los planes de pensiones, cuando resulta evidente que si el ahorro es capaz de servir para pagar pensiones por la vía privada tiene que servir para pagar esas pensiones por la vía pública. Pero el problema de esto no es simplemente que se transfiera ahorro desde la caja de la Seguridad Social al sector privado. El problema es que se quiebra el principio de solidaridad intergeneracional y quiebra la misión redistribuidora y democratizadora que tienen las pensiones en nuestro país. El que quiere un plan de pensiones, que se lo abra. Pero no deben fomentarse con fondos públicos, como se hace actualmente.

¿Las grandes empresas y las rentas altas pagan pocos impuestos?
Sin duda. Tenemos un problema no sólo centrado principalmente en las figuras nominales, sino sobre todo en que los tipos efectivos a los que finalmente tributan como consecuencias de las deducciones, de las desgravaciones, que el sistema pone a su alcance son muy bajos. Al final quienes más renta tienen, quienes más riqueza tienen, pueden recurrir a estas figuras tributarias que hacen que paguen proporcionalmente menos impuestos de los que les correspondería. Uno de los grandes aspectos que nos diferencia de Europa en nuestro sistema tributario es precisamente la menor capacidad recaudatoria que tienen los impuestos directos. Y en parte, se debe a esto, a que tanto en patrimonio como en grandes empresas tenemos agujeros de recaudación importantes.

En materia fiscal me ha llamado la atención la tributación medioambiental que proponen, sobre todo porque recaudaría una importante cantidad de dinero. ¿Me puede detallar en qué consistiría este impuesto verde?
Tenemos una tributación medioambiental que está un punto del PIB por debajo de la media europea. Y lo que planteamos en los presupuestos alternativos es cerrar esa brecha un poquito. Ahí hay una capacidad recaudatoria de unos 10.000 millones de euros al año y nosotros planteamos un impuesto que recaude unos 1.000 millones de euros adicionales. Pensamos que es importante por dos motivos. Primero, porque desincentiva consumos que son perniciosos, como la emisión de CO2. En torno al 25% de lo recaudado con la fiscalidad verde viene de las empresas y el 75% de los hogares. Creo que no sólo hace falta ampliar esta fiscalidad verde, sino hacerla pivotar hacia el oligopolio eléctrico y a las corporaciones, que deberían contribuir en mayor medida a ese impuesto sobre la emisión de CO2.

¿Ve posible alcanzar algún tipo de acercamiento con el PSOE en la cuestión del impuesto a la banca que ustedes recogen? ¿Han tenido algún tipo de contacto en este sentido?
Los canales de comunicación parlamentarios están abiertos permanentemente. No nos hemos sentado a debatir estas iniciativas, cada uno ha ido por su lado. Pero son muy similares, salvo que la nuestra no tiene un planteamiento finalista, por así decirlo, para financiar la caja de la Seguridad Social, sino que entraría dentro de la tributación pública. En todo caso, lo que se plantea en ambos casos es un recargo en el Impuesto de Sociedades, específicamente dirigido al sistema financiero.

El déficit en sus cuentas queda en el 3%, no en el 2,2% acordado con Bruselas.
Pensamos que no tiene sentido seguir reduciéndolo. El 3% es el objetivo de déficit y, una vez que hemos entrado en zona de cumplimiento del pacto de estabilidad, pensamos que es absurdo seguir haciendo un esfuerzo que tiene tantos costes sociales y económicos. Ser capaces de desplegar una política de corte expansiva que revierta los recortes que han tenido lugar en la I+D+i, en la Sanidad, en la Educación, es un elemento prioritario, antes que seguir reduciendo el déficit público cuando ya hemos entrado en zona de cumplimiento con Bruselas.

¿El Gobierno portugués del socialista António Costa, apoyado por el PCP y el Bloco, es el ejemplo contra las políticas de austeridad?
Es un modelo que tiene cosas interesantes que decirnos. Pero parece difícil hablar del modelo a seguir, como si hubiera un único modelo. Sí que tiene algunos elementos que plantean la posibilidad de cambiar el pie y revertir reformas importantes que se aplicaron en el periodo de crisis. Por ejemplo, España es el único país que mantiene desvinculada la subida de las pensiones del crecimiento de los precios. Portugal ha sido capaz de revertir los aspectos más lesivos de una reforma similar. Si hubiésemos sido capaces de ponernos de acuerdo en una agenda de gobierno con el Partido Socialista, esta realidad sería posible. De tal forma que sí, Portugal es un referente de lo que habría sido posible en España.

¿Cree que el Gobierno conseguirá aprobar sus Presupuestos este año o habrá que prorrogarlos de nuevo?
Parece difícil que los haya, porque la capacidad que tiene un gobierno débil como el del PP de unir la voluntad del PNV con la de un partido cuya apuesta recentralizadora es tan fuerte, como es el caso de Ciudadanos, es difícil.

¿Conseguirá Rajoy agotar la legislatura, entonces?
Mi impresión es que la parálisis institucional y legislativa a la que asistimos empieza a ser insoportable. Este país no puede revertir el recorte que ha habido del 40% en I+D+i porque no tenemos Presupuestos Generales. Por lo tanto, a diferencia de lo que planteaba Montoro, que en sede parlamentaria decía que no pasa nada por prorrogar los Presupuestos, el país no soporta dos prórrogas de Presupuestos Generales del Estado.

“Alcanzado el 3%, no tiene sentido seguir reduciendo el déficit como pretende Montoro”

¿Cómo valora que Guindos ocupe la vicepresidencia del BCE?
Me parece una mala noticia. Lo que podría ser una buena noticia, que un español ocupe la vicepresidencia del BCE, se torna en una mala noticia porque es premiar y llevar a Europa a quien ha sido responsable de durísimos recortes en nuestro país. Es un error por la política económica que De Guindos ha impulsado en nuestro país.

¿Cree de verdad que hay un punto final con la austeridad?
La austeridad ha fracasado. Se ha demostrado incapaz de propiciar una recuperación rápida. Allí donde más duramente se ha aplicado, más tiempo ha durado la crisis. Ha fracasado no sólo en términos macroeconómicos, sino en términos políticos y sociales. Ha dejado cicatrices muy duras que han hecho que servicios fundamentales del Estado del bienestar se hayan erosionado y determinantes fundamentales de la competitividad de los países, como la I+D se hayan visto muy socavados. Constatamos este fracaso y, sin embargo, yo diría que hay suficientes resistencias en Europa, y particularmente en los partidos de corte conservador y liberal, como para seguir disputando la continuidad en el tiempo de lo que se ha mostrado como fracasado. Por tanto, no la daría por enterrada inmediatamente. Tenemos que seguir informando a la ciudadanía de que la aplicación de este tipo de medidas no ha hecho más que prolongar el sufrimiento.

¿Están satisfechos con los datos del CIS, tras varias semanas de encuestas que arrojaban un retroceso mayor para Podemos?
Hay que ser cautelosos con las encuestas. El reto pasa por volver a reilusionar y a reincorporar a las personas que votaron a Podemos y que ahora declaran tener dudas de hacerlo, pero no podemos estar satisfechos.

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