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Sánchez multiplica por seis la presión fiscal a los españoles tras la pandemia

España ya es el país de la Unión Europea España en el que más subió la presión fiscal tras la pandemia y todo apunta a que seguirá subiendo para afrontar el aumento de gasto que anunció ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La presión impositiva se incrementó 2,9 puntos de PIB entre 2019 y 2022, pasando del 35,4% al 38,3%, prácticamente seis veces más que en la eurozona, donde se incrementó sólo en cinco décimas en ese periodo.

Así lo determina el último informe fiscal de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) titulado «La presión fiscal en España y en la UE», en base a datos oficiales de Eurostat, que apunta que este aumento de la presión fiscal -entendida como ingresos sobre impuestos y cotizaciones sociales- se debió tanto a una mayor imposición sobre la renta, que sumó 1,9 puntos -repartido en 1,25 por gravámenes personales y 0,65 puntos por los empresariales, una diferencia consecuencia de la no actualización de la tarifa y las deducciones personales en el IRPF-, como a la mayor imposición indirecta -que sumó 0,5 puntos a la presión fiscal-, fruto del crecimiento de la recaudación por IVA y por el exponencial aumento de las cotizaciones sociales, que inyectaron otras cinco décimas, pero concentrado únicamente en la cuota social del empleador, es decir, del empresario o del autónomo.

Por tanto, el incremento de la presión fiscal del 35,4% al 38,3% del PIB está asentada en buena parte en la imposición sobre la renta, sobre todo en los impuestos personales, y como consecuencia de la no actualización de la tarifa y las deducciones personales en el IRPF.

A pesar de que este repunte deja la presión fiscal en España 3,6 puntos por debajo del promedio de la zona euro (38,3% frente a 41,9%), los analistas de Fedea advierten de que ésta es mayor que la media de la UE y la Zona Euro por media aritmética (+1 y +0,4% de PIB respectivamente).

En concreto, el análisis de la diferencia por tipos de ingresos refleja que tres cuartas partes de la menor presión fiscal con la media de la Zona Euro respecto a la española está localizada en la cotización social del trabajador (-2,7 puntos de PIB). Le sigue a bastante distancia la que gira sobre el consumo (-1 punto de PIB) una tercera parte de la cual está en el IVA (-0,3 puntos de PIB) y la de los impuestos sobre la renta (1 punto de PIB), con mayor peso en el impuesto sobre los beneficios de las corporaciones (0,6 puntos de PIB). La cuota social del empleador, sin embargo, recauda bastante más de la media de la Zona Euro (1,8 puntos de PIB).

Fedea avisa de que para alcanzar una distribución de la presión fiscal igual a la de los países del euro se necesitaría aumentar la imposición sobre la renta y el consumo, pero, sobre todo, aumentar la cuota social del trabajador reduciendo su salario neto en un 7,3%. También apunta que si se igualara la presión fiscal española a la media ponderada de la zona euro se podría solventar el déficit público estructural, situado en torno al 3,5% del PIB, aunque puntualiza que esta equiparación «afectaría principalmente a las cotizaciones sociales» e impactaría sobre «el ahorro, la inversión y el empleo».

La distribución de estas diferencias por tipos de tributos y de cotizaciones sociales «muestra una estructura bastante peculiar» del sistema tributario español, apunta el informe, por lo que incide que su mejora pasa por aplicar las recomendaciones hechas por el último Comité de Expertos en esta materia con objeto de «ampliar las bases imponibles para incrementar la recaudación ayudando a mejorar el crecimiento de la economía española».