La Responsabilidad Civil es una póliza que toda empresa debería contener, pues garantiza que se cubran de forma adecuada los accidentes que sufran clientes o empleados, sin que se afecte a la empresa. El principio legal tras este seguro se encuentra en el Código Civil.
En esta ley se establece que si se causara un daño a una persona, sea por acciones u omisiones, ha de repararse el daño. La Responsabilidad aplica en diversos sectores. Por ejemplo, los padres tienen una responsabilidad civil con los menores que estén bajo su tutela. Lo mismo es aplicable a quienes son tutores de menores o personas con alguna discapacidad.
Las empresas también tienen responsabilidad Civil tanto con sus empleados como sus clientes. Pero este principio legal no solo es aplicable a las grandes empresas, también es importante que se contemple el seguro de responsabilidad civil para autónomos, para indemnizar en casos que amerite un enfrentamiento legal. Y es que existen varios tipos de Responsabilidad Civil.
Si ocurriese algún daño a tercero derivado de una actividad comercial autónoma, el Seguro permitirá proteger a los agraviados. Dentro de este tipo de cobertura, se contemplan costes judiciales, defensa legal, reclamación de daños, entre otros. Sin embargo, también es importante examinar qué limitaciones posee el Seguro y las exclusiones que le aplicasen, por cuanto la asesoría es imprescindible.
¿Cuál es la finalidad de una póliza de Responsabilidad Civil?
Este seguro permite indemnizar de manera económica a quienes hayan sido dañados por un accidente en una empresa. Si no hubiere un acuerdo entre ambas partes, cubre la gestión de los enfrentamientos legales.
La póliza permite que el empresario tenga la capacidad de dar respuesta a los daños, sin afectar la productividad de la empresa. Esto implica que la empresa no tendrá que aportar de su patrimonio para compensar a la persona agraviada.
No en todos los casos es necesario contratar este seguro, pero es un alivio tenerlo cuando eres empresario o realizas alguna actividad comercial y profesional. Sin embargo, algunos sectores sí tienen la obligación de contratar una póliza que cubra la indemnización por daños a terceros.
Al contratar una póliza de seguros para cubrir la Responsabilidad Civil debemos examinar qué condiciones contempla y lo que cubre la póliza. En líneas generales, las figuras que contempla este seguro son el asegurado, el perjudicado y dependiendo del caso, otras figuras adicionales. Por ejemplo, las garantías, otros asegurados, empleados, entre otros.
También existen varios seguros para cubrir esta ley. Por tanto, es importante solicitar asesoría de quienes posean especialización en el área, con el fin de contratar una póliza que cubra las necesidades de particulares, profesionales, administradores u otra actividad que amerite protección frente a daños a terceros.
