Ni en propiedad ni en alquiler. El mercado de la vivienda se está cerrando cada vez más para cada vez más españoles, que ven que acceder a una casa ya no es posible ni a través de la compra ni de la que hasta ahora era su alternativa natural, el alquiler. Según la «Radiografía del mercado de la vivienda en 2023» elaborado por Fotocasa Research, el porcentaje de ciudadanos que han participado en la mercado inmobiliario en los últimos doce meses se ha reducido del 32% al 28%.
El retroceso ha afectado tanto a la demanda de compraventa como de alquiler. En el primero de los casos, el mercado ha perdido un punto porcentual de demandantes «por la subida de tipos de interés, que dificulta el acceso a la compra de vivienda por los créditos más caros; y la subida de precios», según ha explicado la directora de estudios de Fotocasa, María Matos. «Las subidas de tipos de interés repercuten en un incremento de las cuotas de las hipotecas y, como resultado de esto, se rebaja notablemente el número de compraventa de viviendas, debido a que los ciudadanos ven mermada su capacidad para financiarse», explica Matos. «Además -añade- esa subida de los tipos provoca una creciente incertidumbre acerca de cómo evolucionará a corto o medio plazo el mercado inmobiliario, por lo que algunos compradores aplazan o, directamente, abandona su intención de comprar una vivienda».
Los precios tampoco ayudan a que los compradores se animen. En abril subieron un 10%, hasta los 2.113 euros el metro cuadrado debido a que «España lleva infraproduciendo vivienda los últimos catorce años», ha asegurado Matos. A ello se suma, además, una demanda latente que, aunque no puede afrontar operaciones de compra, mantiene la presión sobre los precios.
Lo lógico ante un incremento de las dificultades para comprar vivienda sería recurrir al mercado del alquiler. Sin embargo, los arrendamientos también padecen severos problemas tanto de oferta como de precios, según Fotocasa. Los potenciales demandantes se han reducido en tres puntos porcentuales porque «se han encontrado un mercado muy hermético, compacto, con precios en máximos históricos. Han chocado contra el muro de los precios», explica Matos. En la subida de precios ha tenido que ver la contracción de la oferta, que ha caído del 3% al 2%, en mínimos históricos. «Mucha vivienda que se podría alquilar ha ido al mercado de compraventa y mucha también a vacacional, lo que crea un desequilibrio y hace subir los precios», asegura Matos. Esa retirada de viviendas del mercado del alquiler tiene que ver en buena medida con la sensación de inseguridad jurídica que perciben muchos propietarios. Más de la mitad de los motivos por los que se desprenden de ellas tienen que ver con problemas con los inquilinos, miedo a no percibir las rentas…
Los principales perjudicados de esta tormenta perfecta tanto para la compra como para el alquiler son los jóvenes. Aunque los que tienen entre 18 y 35 años son los más activos en el mercado, lo cierto es que en los últimos seis meses la demanda de vivienda de este grupo se ha desplomado del 55% al 46% porque «chocan contra el muro de sobreprecios del alquiler que los expulsa de este mercado. Porque la compra ya estaban antes fuera», aseguran desde Fotocasa.
