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Televisión pública como servicio esencial: Ayuso tiene razón en el fondo (pero no en la forma)

La Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz de Ayuso, lleva tiempo diciéndolo, pero ayer, en un programa de televisión, lo ha aseverado con mucha claridad: «»No todos los medios de comunicación son imprescindibles. Ahora hay una enorme fragmentación de la oferte televisiva, tenemos HBO, Netflix (…) Telemadrid son 80 millones al año, solo le pido austeridad y que cumpla con las cuentas».

En el fondo quiere decir que le gustaría cerrar Telemadrid. Y ahí, para mi, tiene razón. El problema es que los argumentos esgrimidos son algo pobres y le están atacando los defensores de la televisión pública por sus desafortunadas palabras.

Oferta de medios de comunicación

Cuando surgió la televisión pública la oferta de comunicación era mucho más escasa que en la actualidad. Había radio y periódicos y la creación (prácticamente en todos los países del mundo) de una infraestructura de televisión era demasiado cara para que la asumieran empresas privadas.

Por tanto los Estados se lanzaron a crear la infraestructura y la programación, manteniendo un monopolio que se extendió durante décadas en el caso de España.

Cuando surgiéron las televisiones autonómicas (incluida Telemadrid) la oferta televisiva privada seguía siendo escasa, las primeras cadenas privadas estaban surgiendo y podía tener un cierto servicio público.

A día de hoy esto no es así. La oferta televisiva es muy abundante, con incluso canales locales privados que ofrecen contenidos similares a los de Telemadrid. Aparte de eso hay una oferta de medios de comunicación brutal gracias a Internet, la mayoría de forma gratuita. ¿Es necesario que siga existiendo Telemadrid?

No es solo Netflix

Las palabras de Ayuso no son afortunadas porque ante una idea buena, plantear la necesidad de que siga habiendo un medio de comunicación público ante una oferta abundantísima privada de todos los colores, menciona dos plataformas de entretenimiento de pago, como son Netflix y HBO, que no se pueden permitir todos los ciudadanos y que además solo proporcionan un tipo concreto de programación. Esto hace que el debate se enrarezca y no se hable del fondo sino de las formas.

Pero lo que ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid es cierto. El presupuesto dedicado a Telemadrid es un dinero que no se dedica a otros asuntos. Los fondos de las administraciones son finitos, por mucho que algunos se empeñen en lo contrario. Y dirigir el gasto a partidas realmente importanes debería ser una prioridad de las administraciones públicas.

Sinceramente creo que ahora mismo el dinero gastado en Telemadrid es dinero tirado a la basura. Su impacto en la vida de la gente es mínimo, y seguro que si desapareciera habría un producto privado sustitutorio. ¿Debe el Estado considerar un servicio como esencial simplemente porque lo era hace 50 años?

El cierre y venta de las televiones públicas

Por tanto creo que a lo largo y ancho de España deberían cerrarse y privatizarse las televiones públicas. Quizá en zonas rurales, con poca oferta de contenido local podrían mantenerse algunas televisiones locales, que de hecho son bastante baratas, pero los mastodontes públicos del sector deberían desaparecer, incluída Radio Televisión Española.

Es más, la tendencia del sector es que estas plataformas de difusión tan masivas van a menos debido a la gran oferta de contenidos que proviende de Internet. Puede que si los poderes públicos se lancen ahora a privatizar las televiones públicas se logre obtener algún dinero, pero si esperamos 10 años a que estos canales no sean vistos por nadie no solo serán 10 años más de enterrar dinero en ellos sino que la única salida entonces será en cierre, lo cual será peor para todos.

Imagen | Wikimedia