Inicio Actualidad Económica UBS cierra la compra de Credit Suisse a precio de ganga: 2.000...

UBS cierra la compra de Credit Suisse a precio de ganga: 2.000 millones

El Gobierno suizo quería una solución inmediata a la crisis bancaria de Credit Suisse y lo ha logrado en tiempo récord. El primer banco del país, UBS, ha comprado a su máximo competidor por 2.000 millones de euros, un precio casi simbólico que solo se acerca a un tercio del valor en bolsa de la entidad que todavía preside Axel Lehman, tal y como ha adelantado el Finantial Times. Se cierra así en tiempo récord una operación compleja operación alentada por las autoridades suizas, que querían cerrar la operación de inmediato, pero las reticencias de UBS, que tenía dudas sobre la base legal de la operación y quería asegurarse que quedará al margen de posibles reclamaciones e intervenciones regulatorias, retrasó la liquidación. El principal banco suizo habría presentado una oferta inicial de 1.000 millones de dólares, que habría sido rechazada por considerarla demasiado baja y perjudicial para los accionistas, según informó Bloomberg. Finalmente, dobló la oferta para lograr un preacuerdo a tres bandas entre el Gobierno y las dos entidades.

Las dudas habían surgido desde la Autoridad Suiza Supervisora del Mercado Financiero (Finma), que había puesto pegas a la fusión ambas entidades por incompatibilidad con las normativas nacionales sobre competencia, dada la posición dominante de ambos en el sector bancario helvético. Por eso, UBS estuvo estudiando al detalle todas las repercusiones de la operación. Un trámite que ya no retrasará la adquisición, tras ser confirmada oficialmente y tras recibir el comprador la garantía del Gobierno suizo de que la compra de su rival no le causará problemas jurídicos, pérdidas o reclamaciones.

Pese a que el Gobierno suizo parece respirar tranquilo, la situación no es idílica y el futuro se presenta incierto, ya que puede incluso quedar cancelado el acuerdo, ya que las autoridades financieras necesitan cerrar la operación antes de la apertura de los mercados asiáticos, que es a última hora de la tarde en Europa, según ha explicado Bloomberg. Además, la operación presenta una enorme complejidad. UBS exige al Gobierno helvético que asuma cambios legales y regulatorios para evitar reclamaciones y posibles pérdidas financieras que se reflejen en sus números, algo sobre lo que el Ministerio de Finanzas suizo no ha querido confirmar. Los expertos recuerdan que la normativa suiza obliga a respetar un plazo de seis semanas para consultar al accionariado sobre una adquisición, por lo que se barajan cambios legislativos exprés para evitar este retraso y facilitar la fusión.

Aunque no se han filtrado muchos detalles del acuerdo, fuentes financieras helvéticas barajan la posibilidad de que UBS haga una reestructuración completa de la entidad y asuma las actividades de gestión de fortunas y activos de su rival, mientras que vendería la banca de negocios. La agencia económica suiza AWP afirmó que tanto el Banco Nacional de Suiza (BNS) como la Finma admiten que la compra de Credit Suisse por UBS era la única solución para evitar el colapso del banco de las dos velas.

Culmina así una semana en la Credit Suisse, envuelto en graves problemas financieros y de confianza, en la que llego a hundirse en la bolsa de Zurich más de un 30% el pasado miércoles, para cerrar esa sesión con un -24%, después de que su principal accionista desde 2022, el Banco Nacional Saudí, asegurara que no iba a invertir más en la entidad suiza para sanear sus maltrechas cuentas. Para calmar al mercado, el Banco Nacional Suizo anunció horas después de ese desplome bursátil un préstamo de 50.000 millones de francos (50.500 millones de euros), lo que permitió que la entidad se recuperara un 19% en la Bolsa de Zúrich el jueves, pero el viernes las dudas de los accionistas regresaron y las participaciones cayeron nuevamente un 8%.

Credit Suisse, fundada en 1856, encadena dos años de pérdidas millonarias: en 2021 fueron de 1.572 millones de francos suizos (1.600 millones de euros, 1.690 millones de dólares), y en 2022 casi se quintuplicaron, hasta los 7.293 millones de francos (7.400 millones de euros, 7.800 millones de dólares). Entre los principales factores que explican estas pésimas cuentas y la desconfianza de los inversores destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill. A los problemas financieros se suman muchos otros en torno a la reputación del banco, con varias dimisiones de sus directivos inmersos en distintos escándalos, que han causado una amplia remodelación de la directiva en los últimos años. A todo esto deberá hacer frente UBS, que en un tiempor récord debe encontrar una salida que evite que le arrasre en su caída y recupere su valor en los mercados.