Isabel Díaz Ayuso ha encontrado en Santiago Abascal un aliado inesperado para hacer frente a la izquierda que ha aprovechado las quejas de los sanitarios y la preocupación ciudadana por este asunto, para intentar minar al Gobierno de la Comunidad de Madrid. El líder de Vox ha admitido que se trata de «reivindicaciones justas» que están siendo utilizadas por los sindicatos «de manera política para atacar al gobierno» de Ayuso.
«Si existiese de verdad preocupación, en el ámbito del bipartidismo en términos generales, se plantearían debates de fondo, como el mantenimiento de 17 sistemas sanitarios de forma insostenible», ha defendido al ser preguntado por la protesta convocada ayer en Madrid en la que se reunió a 200.000 personas, según datos facilitados por la Comunidad, y más de 800.000 según los convocantes. Entre quienes salieron ayer a la calle estaba el cineasta español Pero Almodóvar.
Para Abascal, otro de los problemas del actual sistema es la llegada de inmigrantes ilegales que «colapsan el sistema sanitario», debido al «efecto llamada» que promueven las políticas de Pedro Sánchez. «Estos son los grandes debates que se están hurtando a los españoles y que ponemos sobre la mesa», ha defendido el líder de Vox que, precisamente, incluye estas cuestiones en su propuesta de España Decide para convocar referéndums sobre asuntos de especial trascendencia.
Aunque Abascal ha respaldado a Ayuso frente al ataque de los sindicatos, ha pedido a la presidenta madrileña fijarse en el gobierno de Castilla y León, del que forma parte Vox, y «dejar de financiar a quienes utilizan la sanidad políticamente y agitan la calle, reduciéndoles las subvenciones». Se trata de una propuesta que ha llevado a la Asamblea de Madrid Rocío Monasterio y que ha sido rechazada por el resto de grupos, incluido el PP.
El líder de Vox ha aprovechado para señalar a los sindicatos por su incoherencia al manifestarse contra Ayuso por la situación sanitaria en Madrid mientras «se callan como muertos» en este «tiempo de penuria» en el que se ha agravado lo que antes llamaban, cuando gobernaba el PP, «pobreza energética».
