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Abascal encara el debate de la moción convencido de poder recuperar aliento con su discurso

Santiago Abascal afronta el debate de la moción de censura muy «tranquilo«. El líder de Vox guarda con sumo recelo los detalles de su discurso, especialmente después de que se filtrara el de Ramón Tamames, para mantener cierta expectación en torno a una sesión de la que ya se conocen numerosos detalles.

Vox confía en que la intervención de su líder insufle ánimo al partido y a su bases, después de verse arrastrados por Ramón Tamames a una situación esperpéntica que les ha acabado pasando factura. Según aseguró el portavoz parlamentario, Iván Espinosa, Abascal «hará un análisis de cómo ha evolucionado este Gobierno a lo largo de la legislatura, desde las maletas de Delcy, al caso Mediador».

Pedro Sánchez le dará la réplica, en lugar de confrontar con Ramón Tamames, que hablará desde el escaño de Santiago Abascal debido a sus circunstancias físicas. Tras pronunciar su discurso, habrá un breve receso y por la tarde intervendrán el resto de grupos, de menor a mayor, por lo que el PP está previsto que lo haga el próximo miércoles, día en el que se producirá la votación.

En la anterior moción de censura presentada por Vox, el discurso de Abascal se prolongó durante algo más de dos horas. Entonces se presentaba como candidato a la presidencia del Gobierno, ahora será el ponente de la propuesta. No tiene límite de tiempo para su intervención por lo que podría extenderse como en 2020.

Repaso a todas las tropelías del Gobierno

Su objetivo mañana será refrescar la memoria de los españoles para que no olviden todas los tropelías de Pedro Sánchez. «A veces resulta muy difícil acordarse de todo lo que ha ocurrido estos años, como la imposición de los confinamientos inconstitucionales», aseguró Espinosa el pasado martes al ser preguntado por el discurso de su líder que, según presumen fuentes de Vox, «es casi imposible que acabe filtrado», a diferencia de lo ocurrido con el de Tamames.

El propio Santiago Abascal se definió la semana pasada como «previsible«, por lo que es de esperar que incida en cómo el Gobierno ha colonizado prácticamente todas las instituciones, desde el CIS al Tribunal Supremo, pasando por el CNI o RTVE; o cómo ha atacado a aquellas contra las que no ha podido, como la Monarquía.

El líder de Vox recordará la concesión de indultos a los golpistas, la eliminación del delito de sedición, la reducción del de malversación o la suelta de violadores, por mencionar sólo las últimas polémicas protagonizadas por Pedro Sánchez. Un Ejecutivo al que Abascal definió en la anterior moción de censura como una «mafia«, «el peor Gobierno en 80 años de Historia«.

Las referencias internacionales

Hace tres años, Abascal sorprendió con un discurso en el que, por primera vez, confrontó de forma decidida contra lo que llama «tiranía globalista«, defendiendo la soberanía de las naciones frente al intervencionismo de la UE. El nombre del empresario George Soros salió entonces a colación, para desconcierto de muchos, en una de las pocas referencias internacionales que hubo, además de mencionar a la China de Xi Jinping, señalada como culpable de la pandemia del covid, o Nicolás Maduro como socio de Unidas Podemos, la otra mitad del Gobierno.

Uno de los argumentos empleados por Vox para defender su iniciativa es, precisamente, que en el exterior tomen conciencia de las barbaridades que ha perpetrado Pedro Sánchez, coincidiendo precisamente con la presidencia de turno de la UE que asumirá España en la segunda mitad del año.

Es de esperar, por tanto, que en el discurso haya referencias a la política exterior del Gobierno, especialmente todo lo referido al giro en la cuestión del Sáhara como cesión a Marruecos, perjudicando con ello nuestra relación con Argelia y la política energética, en plena crisis internacional por la guerra de Ucrania, otro de los asuntos que será difícil eludir.

El empujón final para sobrevivir a la propuesta

Vox cuenta con el discurso de Abascal como única bala en la recámara para intentar recuperar algo de impulso con una propuesta que les ha acabado estallando en la cara, no tanto por la iniciativa en sí o el momento elegido para presentarla, sino por la elección del candidato, Ramón Tamames, que les ha colocado en una situación muy comprometida con su permanente exhibición en los medios para airear todo aquello en lo que no coincide con Vox.

Concluido el debate, la formación pondrá rumbo ya a las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo en las que confían en poder doblar resultados, convencidos de que el resultado de la moción no influirá de forma decisiva en el electorado, salvo catástrofe de última hora.