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Alerta máxima ante el riesgo de que se recrudezca el ‘terrorismo callejero’ este fin de semana

Lejos de tranquilizarse, la situación tres días después de disturbios y algaradas por la encarcelación del rapero Pablo Hasel puede complicarse este fin de semana aún más. Las palabras tanto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando ha dicho que «En una democracia plena es inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia«, como del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, defendiendo a la Policía, no han servido para frenar la escalada de protestas.

La Policía ha advertido ya de que muchas de sus unidades se encuentran en alerta ante un recrudecimiento del “terrorismo callejero” este fin de semana en varias ciudades de España. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, informaba a primera hora de este viernes de que la ciudad está «preocupada y prevenida» ante las posibles protestas que se puedan convocar a lo largo del fin de semana a favor del rapero Pablo Hasel.

En Barcelona, los Mossos d’Esquadra preparan ya los operativos de seguridad para blindar la ciudad condal y otras en toda Cataluña ante la multitud de actos convocados por los grupos radicales de izquierdas que tendrán lugar este fin de semana. Según varios medios, el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, se ha reunido con los altos mandos de la Policía Nacional para establecer un operativo conjunto de coordinación.

Con el permiso del Ministerio del Interior, se han dirigido a los miembros de la Unidad de Intervención Policía (UIP), los llamados antidisturbios, para coordinar sus acciones ante la amenaza de numerosos actos radicales “que nada tienen que ver con pedir la libertad de Pablo Hásel

«Qué no se apague la llama». Así, grupos organizados de extrema izquierda están convocando de forma ilegal protestas que no es descartable acaben con provocaciones violentas a las Unidades de Intervención Policial, los conocidos antidisturbios, y con las ya conocidas escenas de cargas y destrozos de material urbano y comercios, que casi siempre terminan en saqueos.

Además, se avisa de que se está incrementado la agresividad contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Los Mossos d’Esquadra han advertido de que «van a la caza del policía». La Plataforma ‘Llibertat Pablo Hasél’ ya ha pedido a los violentos que «eviten quemar mobiliario particular» ni «pequeñas y medianas empresas» porque su «objetivo principal son los jueces, Govern, Generalitat y policía».

El cartel de convocatorias va por su 5ª actualización:

Sobre las cargas en Valencia, el portavoz del sindicato CEP, José Manuel Álvarez, explica este viernes: «A ningún policía le gusta cargar, quedamos fisicamente muy expuestos. Algunos manifestantes incumplieron las medidas y venían preparados».

Desde el SUP, Carlos Morales subraya también que quienes participan en estas manifestaciones son «violentos y radicales» y «no les importa la libertad de expresión, lo que realmente les gustan son los disturbios y las barricadas».

El Movimiento Antirrepresivo (MAR) ha convocado también para este sábado otra manifestación ilegal para seguir con la campaña de violencia callejera que ha caracterizado las protestas por el encarcelamiento del rapero.

Los artífices de las manifestaciones en la Puerta del Sol son activistas antisistema amigos de los disturbios ya conocidos por la Policía porque se han manifestado anteriormente por Valtònyc y los presos del procés.

Desde el sindicato de Policía Jupol, su portavoz, Pablo Pérez, aseguraba que la policía seguirá defendido el modelo de convivencia constitucional «frente a las tácticas de guerrilla urbana utilizadas en los disturbios violentos en Madrid» y recordaba: «Aquellas personas o colectivos que no rechacen públicamente los sucesos vividos en las últimas horas se sitúan fuera de la legalidad y del orden democrático».

También se espera una manifestación «antifascista» este sábado en Santiago de Compostela. Así, la contramanifestación está convocada por Estudantes Antifascistas y el Comité Antifascista de Compostela. Probablemente cuente con la colaboración de organizaciones afines ideológicamente.