Inicio Actualidad Alfonso Guerra: “El problema del PSOE es el candidato”

Alfonso Guerra: “El problema del PSOE es el candidato”

Otros históricos del PSOE también arremeten contra Sánchez por su dependencia de populistas y extremistas.

El histórico dirigente del PSOE Alfonso Guerra ha señalado que «tal vez haya llegado el momento de que los socialistas se interroguen sobre si no será el problema el candidato».

Así lo ha escrito el que fuera mano derecha de Felipe González en un artículo de opinión publicado este jueves en The Objective, en el que el ex vicepresidente cuestiona abiertamente la reacción de Pedro Sánchez de convocar elecciones “sin siquiera haber felicitado al ganador de las autonómicas y municipales del pasado domingo”.

“La aberrante noticia de que se retrasará la elección del nuevo secretario general de la OTAN hasta después del 23 de julio, día de las elecciones en España, apunta a que todas las decisiones se toman en clave personal”, ha criticado Guerra.

Pero no ha sido el único socialista de la vieja guardia que ha criticado a Pedro Sánchez. El exlíder del PSE Nicolás Redondo ha vapuleado, como portavoz de un colectivo que agrupa a socialistas históricos, el discurso «radical» que pronunció el miércoles Pedro Sánchez, al considerarlo «muy parecido al de los años 30», y ha dicho que el adelanto electoral es una «huida hacia adelante».

«Lo de ayer me pareció insoportable», ha comentado en referencia al «aplauso exagerado» que recibió Sánchez por parte de diputados y senadores socialistas en el acto que celebró el PSOE en el Congreso el miércoles, pese a ser en su opinión el «actor de la derrota» del partido en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo.

Unas palabras que han respaldado precisamente con aplausos gran parte de los asistentes al acto, convocado por el colectivo Fernando de los Ríos y al que han acudido entre otros el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina; el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra; los exministros de Felipe González José Luis Corcuera y Virgilio Zapatero; y el expresidente del Senado Javier Rojo.

Redondo ha criticado también el tono de «confrontación radical» que asegura que empleó Sánchez en su discurso, en el que vinculó por ejemplo al PP y Vox con el trumpismo, al considerarlo propio de una época discursiva «muy parecida a la de los años 30».

«No creo que podamos resistir sin decir nada de ese olorcillo a radicalismo que está desprendido la política española y en el que uno de los protagonistas es mi propio partido», ha lamentado.

Y sobre la decisión de Sánchez de adelantar las elecciones generales al 23 de julio, ha dicho que es una «huida hacia adelante».

«No es de valientes hacer un órdago, de valientes es enfrentar la responsabilidad (…) no podemos vivir la política española como un casino con apuestas superiores cada día», ha añadido.

Además, ha pedido hacer un debate sobre los malos resultados del PSOE el 28M, que ha vinculado entre otras causas con el hecho de que el PSOE gobierne en España en coalición con Unidas Podemos, una formación de la que ha dicho que «menosprecia la libertad».

«Nos ha quitado la ilusión, somos un partido resignado, estamos dispuestos a hacer cualquier aritmética estrambótica para gobernar», ha denunciado Redondo, que ha criticado también los pactos del PSOE con ERC y EH Bildu.

En su opinión, con esta estrategia el PSOE ha «dado alas» al PP, un partido que no considera un «enemigo» sino simplemente un «adversario» político con el que cree además que los socialistas tienen «la obligación de pactar» para que España «vaya delante».

«No se puede hacer de un partido una organización personal», ha añadido Redondo, que en ningún momento de su intervención ha mencionado expresamente el nombre de Pedro Sánchez, aunque ha arremetido también contra los mítines en los que se anuncian «continuamente medidas» como si se tratara de una «tómbola».

Por otro lado, ha defendido su derecho a opinar, ya que asegura que el PSOE «no es una secta, y ha subrayado su determinación de preservar el «legado» del partido para evitar que el país se vaya «por el desagüe por comportamientos populistas y extremistas».

Pese a las continuas críticas al PSOE actual, Redondo no ha pedido en ningún momento un cambio de liderazgo, y se ha limitado a reclamar que el partido recupere la «centralidad» y otras señas de identidad del pasado, como su «vocación mayoritaria» y su afán «reformista» pero «buscando el más amplio apoyo social».

Posteriormente, en declaraciones a los medios, ha comentado que los socialistas son los que tienen que decidir quiénes son «las personas más adecuadas» para esta nueva etapa, y ha lanzado una indirecta a Sánchez.

«La política no es una profesión, es una pasión. Se está y cuando pierdes te vas, como hemos hecho muchos», ha señalado.