AMLO va sumando problemas en su relación con Estados Unidos, cada vez más tensa. Vuelve a brotar en la escena pública que los empeños estatistas del tabasqueño socialista, que buscan privilegiar a las paraestatales del petróleo y la energía eléctrica -Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)- afectan la libre competencia económica y en especial a empresas norteamericanas.
Por esto, veinte congresistas de Estados Unidos buscaron a Joe Biden para denunciar estas prácticas del mexicano que ponen en desventaja a inversionistas norteamericanos.
Entre los legisladores destacan los senadores Ted Cruz, y John Cornyn, y entre los representantes de la Casa están Lizzie Fletcher, Vicente González, Randy Weber y Henry Cuellar, todos ellos de Texas.
Los legisladores le escribieron una carta este 20 de Julio a Biden para pedirle que intervenga diplomáticamente con López Obrador, quien con sus medidas ha puesto en desventaja a EU al violar las reglas del Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (TMEC), y pone en riesgo la inversión a largo plazo en ese sector. Así lo dijeron.
La misiva señala que AMLO ha puesto en marcha acciones proteccionistas suprimiendo las condiciones de competitividad en materia de hidrocarburos.
Asimismo, describe el texto que las reformas a la Constitución mexicana hechas en 2013, abrieron campo a la inversión privada en energía (que ahora intenta revertir el socialismo de AMLO), lo cual se tradujo, dicen los congresistas, en la llegada de millones de dólares en infraestructura para México.
“El 1 de febrero de 2021, el presidente López Obrador reformó la Ley de la Industria Eléctrica. Esta reforma da preferencia al despacho a las plantas de energía menos eficiente y más contaminantes de la CFE. También elimina la competencia en el sector energético, que impacta negativamente las inversiones estadounidenses, aumentará los costos para los consumidores y fabricantes mexicanos y las emisiones de CO2 y SO2”, lamentaron los miembros de la Casa de Representantes en su carta. Y añadieron:
“El Congreso Mexicano de la Unión también aprobó una nueva legislación que elimina la regulación asimétrica de Pemex, mientras que el sector privado ganó al menos un 30 por ciento de participación de mercado. Esta regulación temporal fue fundamental para facilitar la transición de un monopolio a un mercado de combustibles abierto”.
La carta se dio a conocer un día después de que el gobierno mexicano anunció la suspensión de actividades de 82 empresas comercializadoras de productos energéticos.
En esa lista se incluía a Ferromex, la unidad local de la compañía US Railroad Kansas City Southern, World Fuel Services, Repsol, de España, Gasopipas, Minera Bismark, Petroleum Services International, World Fuel Services Mexico, Santa Fe Energy Group, Compañía de Gas de Tijuana, International Oil Trading and Strategic Services, SA de CV, Jag Energy Company SA de CV, Pronto Energeticos SA de CV, Total Propane SA de CV, Repsol Downstream Mexico, Refinados Del Golfo SA de CV, Super Gas De Piedras Negras, Texmexgas SA de CV, WP Soluciones Industriales SA de CV, Drilling Services Xpectrum, y Grupo Energetico Garza SA de CV, entre otras empresas.
Todo esto no es nuevo. Ya en febrero pasado AMLO recibió críticas serias de instituciones estadounidenses por sus afanes socialistas de estatizar la energía eléctrica y con ello afectar la libertad económica y el TMEC, el tratado de libre comercio signado con Estados Unidos y Canadá.
En este mismo espacio escribimos en aquella ocasión, que Neil Herrington, quien funge como vicepresidente senior para las Américas, de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, señaló a AMLO por intentar crear un monopolio de la energía, práctica que contradice los acuerdos de cooperación económica de ese marco legal internacional.
Privilegiar a Pemex y aplicar proteccionismo suena a un despropósito cuando a esta empresa se le incendia el mar en Campeche. Recordemos cómo se reventó un ducto submarino hace unas semanas, causando una crisis ecológica en la zona y mostrando el nivel de deficiencias técnicas de la paraestatal.
Pemex habitualmente está en números rojos y ha sido un nido de corrupción. Y ahora AMLO la pondrá además a vender gas en cilindros puerta por puerta, y con el apoyo de la Guardia Nacional. Una copia del modelo chavista bolivariano.
