ERC y JxCat siguen sin desencallar un acuerdo de legislatura, pese a los contactos mantenidos este fin de semana, de manera que el candidato republicano a la presidencia de la Generalidad, Pere Aragonès, se encamina -salvo sorpresas de última hora- a otra votación fallida este martes.
Así lo han explicado a Efe diversas fuentes de JxCat y ERC conocedoras de las negociaciones, después de que el viernes fracasara el primer intento de investir a Aragonès.
En esa primera votación, Aragonès recabó los 42 votos de ERC y la CUP, pero no de los 32 diputados de JxCat, que se abstuvieron, lo que impidió al candidato a president alcanzar la mayoría absoluta.
El martes tendrá una segunda oportunidad, con una nueva votación en la que le bastará la mayoría simple para ser investido, aunque a efectos prácticos no cambia nada, porque sigue necesitando el voto a favor de JxCat.
Ya en la sesión del viernes, el presidente del grupo de JxCat, Albert Batet, invitó a Aragonès a renunciar a esa segunda votación para disponer de más días para negociar a fondo un acuerdo -hay dos meses de margen, hasta el 26 de mayo, para intentar la investidura, antes de que sean convocadas automáticamente elecciones si nadie logra los apoyos necesarios-, pero el candidato de ERC insistió en aprovechar el fin de semana para intensificar los contactos.
Según las fuentes consultadas, efectivamente ha habido contactos e intercambio de propuestas, pero no han servido para desencallar un acuerdo que permita pensar en una investidura este martes.
Las negociaciones avanzan «demasiado lentas», reconocen fuentes republicanas, que dan por hecho que JxCat ya tiene decidida su abstención para el martes.
Fuentes de JxCat recuerdan que ya avisaron de que entre la primera votación fallida y la del martes «no había tiempo» suficiente para llegar a un acuerdo y creen que en esta segunda votación tampoco prosperará la investidura de Aragonès.
Desde ERC observan en sus actuales socios de gobierno una voluntad de «obstruir» la investidura de Aragonès e intuyen que dentro de JxCat no hay unanimidad de criterio, por lo que intentan «ganar tiempo».
En JxCat, en cambio, hay malestar con ERC por haber priorizado un acuerdo con la CUP en lugar de buscar primero el apoyo del que tiene que ser el principal socio de Aragonès en un futuro Govern.
Fuentes de JxCat señalan que en la reunión del pasado jueves de la dirección ejecutiva del partido, en la que se decidió la abstención en la votación del día siguiente, hubo un «debate intenso» sobre los «pros y contras» de cada opción y varios de los dirigentes apostaban incluso por votar en contra de Aragonès.
Uno de los escollos de la negociación es el papel que debe jugar en esta próxima legislatura el Consejo por la República, un espacio liderado desde Bélgica por Carles Puigdemont y que JxCat pretende que sea el centro de coordinación estratégica del independentismo, ante los recelos de ERC y la CUP.
Para intentar acercar posiciones, la ANC irrumpió esta semana en la negociación y les trasladó una propuesta sobre el Consejo por la República, para buscar un «equilibrio de fuerzas» interno.
Eso pasaría, según ha planteado la ANC, por «constituir un núcleo dirigente» formado por dos representantes de ERC, dos de JxCat, uno de la CUP, uno de Òmnium Cultural y uno de la propia ANC.
