Inicio Actualidad Bronco debate con un duro ataque de la izquierda a Ayuso

Bronco debate con un duro ataque de la izquierda a Ayuso

La candidata del PP a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, fue el centro de los ataques de los partidos de izquierda en el primer debate electoral de la campaña del 4M, que dejó duros encontronazos entre los candidatos con Ayuso y Pablo Iglesias como protagonistas.

El primer cara a cara de los seis candidatos a presidir la región dejó claras las posturas de ambos bloques y evidenció un cambio en la estrategia de Ángel Gabilondo, que ya se abre a pactar con Pablo Iglesias. El candidato del PSOE sorprendió al cambiar su «con este Iglesias no» por una mano tendida al candidato de Unidas Podemos: “Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones”. Más Madrid abogó por un modelo como el Pacto del Botánico de la Comunidad Valenciana mientras que Ciudadanos se mostró partidario de apoyar al PP, pero sin Vox. Ayuso, por su parte, mantiene la incógnita sobre si pactará con el partido liderado por Rocío Monasterio.

Durante las dos horas de debate, hubo descalificaciones y choques de variada intensidad con Ayuso como objetivo de los ataques de la izquierda, ante los que la presidenta madrileña defendió su gestión como baluarte de las políticas del PP frente al Gobierno de Sánchez.

Con intención de desarmar a Ayuso, el candidato de Unidas Podemos recurrió insistentemente a leer datos sobre la situación epidemiológica de Madrid, lo que desesperó a la candidata del PP, que estalló cuando el exvicepresidente le afeó que «sonriera» al hablar de fallecidos. A juicio de la presidenta madrileña, Iglesias «da vergüenza ajena» y es una «pantomima» que se ha presentado a Madrid para intentar «rescatar» a su partido pese a que «ni siquiera va a coger el escaño». Es más, apuntó: «Es lo más mezquino que hay en política española».

A partir de ese momento, la tensión fue en aumento cuando Ayuso citó Barajas como el coladero del coronavirus para, a continuación, afear a Iglesias su falta de “empatía” por su gestión de las residencias. Pero los ataques no quedaron ahí. Mónica García, candidata de Más Madrid, trató también de desgastar a la candidata del PP, a quien llamó “presidenta nini” por centrar su presidencia en confrontar con Pedro Sánchez.

Ciudadanos buscó el enfrentamiento con Vox con un Edmundo Bal que hizo guiños al PP y se esmeró en enzarzarse con Rocío Monasterio sobre el pin parental o la polémica de los menas para marcar distancias con el “disparate” que supondría que la formación oliva entrara a formar parte del Ejecutivo madrileño.

Menas, despilfarro y restricción de libertades fueron las consignas de Monasterio, que evitó confrontar con Ayuso. Sí lo hizo de forma insistente con Iglesias, a quien señaló por «ver series en su casoplón a 30 muertos por capítulo”.

En un intento por salvar los muebles, Bal se presentó como la alternativa a la política de bandos y se afanó en destacar las bondades de los consejeros de Cs expulsados por Ayuso. Dado que la mayoría de encuestas deja fuera al partido naranja de la Asamblea de Madrid, la estrategia de Cs pasa por tratar de retener votos con un acercamiento al PP y marcando distancias con la izquierda para evitar que en Sol gobierne una “fotocopia” de Moncloa.

En línea con su carácter, Gabilondo evitó entrar al fango, pero tiró de socarronería e ironía para criticar a Ayuso, señalar a Vox por la polémica del cartel electoral de los menas o dejar a Iglesias sin palabras después de tenderle la mano días después de habérsela retirado: «Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones».