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Bruselas plantea por primera vez «europeizar» la excepción ibérica para rebajar la luz

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La subida imparable del precio del gas impulsada por el «chantaje» del Kremlin ha provocado un nuevo vuelco en la doctrina económica de Bruselas. Hasta hace apenas unas semanas, la Comisión de Ursula von de Leyen se oponía a extender la ‘excepción ibérica’ al resto de la Unión Europea, pese a que así lo habían pedido países como Francia para rebajar de inmediato la factura de la luz. Se escudaba en que esta medida premia a las centrales de gas y dispara el consumo de este combustible fósil.

Sin embargo, la continua manipulación del mercado por parte de Moscú y la presión de los Estados miembros ha obligado al Ejecutivo comunitario a cambiar su posición. En un documento circulado este miércoles por las capitales, Bruselas plantea por primera vez la ‘europeización’ del tope al gas utilizado en la generación de electricidad. La misma medida que ya aplican desde junio España y Portugal gracias a una autorización especial de la UE atendiendo a su condición de ‘isla energética’.

«La Comisión está dispuesta a discutir el desarrollo de un marco temporal de la UE para limitar la influencia de los altos precios del gas en la formación del precio de la electricidad», señala el documento, al que ha tenido acceso El Español-Invertia.

[Macron redobla la presión en Berlín y Bruselas para extender a Francia la ‘excepción ibérica’ eléctrica]

«Una opción podría ser topar el precio del gas en la generación de electricidad a un nivel que ayude a rebajar los precios de la luz sin conducir a un aumento global del consumo de gas. El diferencial de coste entre el precio topado y el precio del mercado lo asumiría el sistema eléctrico dentro de los Estados miembros», apunta el Ejecutivo comunitario. Es decir, exactamente el mismo mecanismo de la ‘excepción ibérica’.

El cambio de postura de la Comisión supone una victoria para el presidente francés, Emmanuel Macron, que en los últimos días ha redoblado la presión tanto en Bruselas como en Berlín para lograr la ampliación de la ‘excepción ibérica’.

«Por lo que se refiere al gas, vamos a intentar obtener, al menos, la misma cosa que han logrado nuestros amigos españoles y portugueses, donde la limitación del precio del gas utilizado para producir electricidad ha dado resultados en los mercados mayoristas. Ahora tenemos precios en España que son dos o tres veces más baratos que en el resto de Europa«, dijo Macron la semana pasada.

Su ministra de Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, escribió el pasado 17 de septiembre una carta a su homólogo alemán, Robert Habeck, en la que le reclama su apoyo. Pannier-Runacher sostiene que subvencionar el gas usado para producir electricidad como España y Portugal es mucho más barato que subsidiar la factura final que pagan los consumidores, que es lo que ahora hace Francia. 

Además de plantear la extensión de la ‘excepción ibérica’, el documento de Bruselas vuelve a defender la imposición de un precio máximo a las importaciones de gas ruso, una medida que no genera consenso entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario sostiene que un tope exclusivo para Rusia limitaría el precio del gas y reduciría los ingresos del Kremlin y su capacidad de financiar la guerra en Ucrania.

En contraste, la Comisión se muestra mucho más escéptica con la petición de España y otros 14 países de imponer un precio máximo a todo el gas importado por la UE. Sostiene que la prioridad debería ser negociar una rebaja de precio con los suministradores fiables (es decir, todos menos Moscú).