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Calviño vincula a Vox con la matanza de Texas

El nerviosismo en el Gobierno por la caída en las encuestas es cada vez mayor, tal y como cuenta Libertad Digital. Una desesperación que se palpa cada semana en la sesión de control celebrada en el Congreso cuando los ministros eluden responder a las preguntas de la oposición para pasar al ataque, como ha ocurrido este miércoles con la vicepresidenta, Nadia Calviño, durante su enfrentamiento con el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros.

A la pregunta de «si cree que los españoles confían en la política económica del Gobierno», Calviño respondía intentando vincular a Vox con la matanza en Texas, en la que han muerto 19 niños y dos adultos a manos de un chico de 18 años. «¿Qué se puede esperar de una formación política que en el día en el que estamos llorando consternando una terrible matanza de niños en EEUU propone repartir armas a los ciudadanos?», preguntaba la vicepresidenta económica alzando la voz, algo poco habitual en ella.

Con su intervención la vicepresidenta jugaba a la confusión al atribuir a Vox esa propuesta como si la hubiera formulado hoy. Sin embargo, aprovechaba unas declaraciones que Santiago Abascal realizó antes de las elecciones generales de abril de 2019 al medio armas.com en las que se mostraba a favor de que los españoles pudieran tener armas en sus domicilios para defenderse en «situaciones de amenaza real».

Los antecedentes

La estratagema de Calviño recuerda a la que el PSOE empleó cuando intentó responsabilizar al partido de Abascal del ataque a un homosexual en Madrid, que acabó siendo falso, en lo que se llamó el «bulo del culo«. Después, durante la campaña del 4M, quisieron también acusar al partido de fomentar la violencia por el envío de cartas con navajas en su interior, que mandó en realidad un enfermo mental.

Calviño lanzaba la acusación contra Vox en el turno de réplica por lo que no daba margen a Espinosa de los Monteros para poder responder a sus palabras, que incluían críticas por «generar una energía negativa, crispación y miedo en los ciudadanos«, tanto en el ámbito económico como en todos, decía la ministra, que presumía de que los españoles ya no creen a los de Abascal porque «saben muy bien que este Gobierno les protege y está pensando en su interés general».