El Partido Popular necesita el sí o la abstención de Vox si quiere gobernar en cinco comunidades autónomas. En juego están los ejecutivos de la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, Islas Baleares y Murcia.
Aunque una semana después de la cita con las urnas del pasado 28 de mayo, las conversaciones entre ambos partidos han fracasado en sus primeros contactos o ni siquiera han empezado. Desde la formación que lidera Feijóo han pedido públicamente a Vox dejar gobernar en solitario a sus candidatos, pero el partido de Abascal exige a los populares a sentarse a negociar y entrar en los gobiernos, tal y como ya advirtieron en la campaña electoral que iban a pedir.
En Extremadura, por ejemplo, ya han comenzado a fijar posiciones. La candidata del PP a la presidencia autonómica, María Guardiola, necesita el apoyo de los cinco diputados de Vox para tomar posesión pero ya ha avanzado que no quiere a la formación de Abascal dentro de su gobierno.
En la Comunidad Valenciana, otra región que depende del sí de Vox, el candidato del PP Carlos Mazón ha insistido en las últimas horas en que «quiere gobernar en solitario. Lo he dicho durante toda la campaña. Es uno de mis objetivos y hay que hacerlo compatible con un gobierno estable, firme, eficaz, que ponga la sanidad a funcionar, que baje los impuestos a la gente y que defienda a la Comunidad Valenciana», aseguró. El PP cuenta en estos momentos con 40 escaños en ese territorio y le faltan 10 de los 13 de Vox para alcanzar la mayoría absoluta. Desde la formación de Abascal tienen claro que en la Comunidad Valenciana es «irrenunciable» su objetivo de entrar en el Gobierno.
Por su parte, en Aragón, el candidato popular Jorge Azcón ha apostado también por tener «lo antes posible» un Gobierno en solitario «moderado y centrado» . El lunes comienza su ronda de contactos y lo hará con el socialista Javier Lambán.
«Perder el miedo»
Con estos ejemplos sobre la mesa y en plena precampaña ya de las elecciones generales, cargos autonómicos del PP que ya han pactado con Vox en anteriores ocasiones en otras comunidades creen que habría que «perder el miedo» a los acuerdos con la formación de Abascal.
Precisan estas fuentes que esos pactos tendrían que estar «estudiados» y no repetir «desastres» como el de Castilla y León con Juan García Gallardo. «Pero si se analizan bien, y se ponen una serie de condiciones, la mayoría de nuestros votantes ya tienen asumido que habrán acuerdos con Vox para echar al socialismo».
Es más, recuerdan que ha habido casos como el de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, o el andaluz, Juanma Moreno, que «tuvieron la necesidad» de llegar a pactos con Vox y luego, se han podido «separar» de ellos sin dificultad. «Y han sido premiados con mayorías absolutas», recuerdan.
Aún así, los barones del PP se mantienen por ahora en sus trece e incluso barajan algunos de ellos acudir a una primera sesión de investidura, que sería antes de las generales, sin haber pactado nada con Vox.
