El tenista español Carlos Alcaraz, primer sembrado en Indian Wells, protagonizó un solvente cruce de octavos de final de este Masters 1000 que terminó de forma abrupta por el abandono del joven británico Jack Draper.
Alcaraz, número dos del ranking mundial, estaba en cabeza en el marcador por 6-2 y 2-0 cuando Draper (56), que ya había sido atendido por un fisioterapeuta, caminó hacia la red dando el partido por terminado tras 46 minutos de juego en la pista central.
El británico, de 21 años, explicó después que se resintió de un problema en el costado derecho del abdomen que comenzó a sentir durante el triunfo de la víspera ante su compatriota Andy Murray. «Es una pena que se tenga que retirar. Nadie quiere ganar de esta manera, nadie le desea mal a nadie», ha lamentado Alcaraz a la salida de la pista. «Estar bien es lo más importante y creo que ha hecho bien para saber qué le pasa».
El español enfrentará en los cuartos de final al ganador del cruce entre el estadounidense Tommy Paul, número 19 del ranking, y el canadiense Felix Auger-Aliassime.
Alcaraz dio un paso más para desbancar al ausente Novak Djokovic de la cima del ranking de la ATP, lo que logrará si alza el trofeo el domingo, un objetivo que le motiva todavía más que recuperar el número uno. «Son ambas cosas pero ganar el título es lo que más me llama la atención. Es un torneo y un sitio que me encanta, espero todo el año para poder jugarlo y levantar el título aquí sería maravilloso», ha explicado Alcaraz a la AFP.
«Aparte del número uno, que obviamente si gano lo seré otra vez, es por la sensación que tendría de ganar este gran torneo», ha subrayado.
Alcaraz persigue la confianza
El título de Indian Wells, uno de los torneos más importantes fuera de los Grand Slams, ha sido objeto de deseo y conquista por los grandes campeones del tenis como Rafael Nadal, el ídolo de Alcaraz y su verdugo en las semifinales del año pasado.
Como primer sembrado y ya campeón de un Grand Slam (US Open de 2022), Alcaraz admitió que se siente uno de los grandes favoritos al título y que su confianza aumenta a medida que va pasando página del problema de isquiotibiales que sufrió en la final perdida en Río de Janeiro a finales de febrero.
En el torneo ganado en febrero en Argentina «tampoco me sentía favorito al principio pero luego fui jugando partidos y recuperando mi confianza, mi estilo, mi nivel», recordó. «Ahora mismo siento que soy capaz de ganar torneos y que soy uno de los favoritos».
Hasta el abrupto final del martes, Alcaraz dominaba por completo el juego mejorando mucho sus prestaciones respecto al trabajado triunfo de la víspera frente a Tallon Griekspoor, su número 100 en la ATP a sus 19 años. En el primer juego rompió el servicio de Draper y en el segundo levantó tres pelotas de quiebre de su rival.
La promesa británica, cuya velocidad de saque y movimientos se iban ralentizando con el paso de los minutos, fue atendido por el fisioterapeuta entre sets y se retiró tras ganar un solo punto en los dos primeros juegos de la segunda manga.
Fue un decepcionante final de torneo para Draper, que la víspera había logrado una victoria muy emotiva ante Andy Murray, su gran ídolo.
