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Casado acelera la implosión del PP: rompe con el pasado y anuncia que trasladará de Génova la sede nacional del partido

Iniciativa absurda y tan patética de Pablo Casado, hoy más que nunca títere de quienes han decidido implosionar el PP para dejar a Vox al frente de la derecha política española. Con su gesto inaudito, Casado está asumiendo la responsabilidad ante unos hechos de corrupción que en su día no asumió Zapatero con respecto a la corrupción de su predecesor Felipe González. Pero Casado es Casado y ha decidido romper con el pasado. Rompe así con los ponentes constitucionales del partido; rompe con los militantes populares víctimas de ETA; rompe con el periodo de mayor bonanza económica vivido por España desde 1975; rompe con la mejor gestión económica llevada a cabo por un Gobierno de la democracia; rompe con los triunfos electorales del PP en las principales capitales españolas; rompe con la transformación urbana de Madrid; rompe con la menor tasa de paro alcanzada en los últimos cuarenta años; rompe con los incentivos fiscales que propiciaron la creación de cientos de miles de empresas; rompe con la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral; rompe con los mayores logros en la lucha antiterrorista; rompe con las mejores credenciales que puede presentar un Gobierno español en las relaciones de España con la nación más poderosa del mundo; rompe con la derogación del Estatut de Maragall y Carod Rovira merced al recurso presentado ante el TC; rompe con la modernización de nuestro tejido industrial gracias a las políticas de Josep Piqué; rompe con la sangre derramada en Málaga por Martín Carpena; rompe con Manuel Fraga y con José María Aznar; rompe con los once millones de votos de Mariano Rajoy; rompe con la memoria de Miguel Ángel Blanco; rompe con la dignidad de cientos de miles de militantes que potenciaron unas siglas hasta hacerla ganar cuatro veces las elecciones generales…

La voladura del PP va más rápido de lo que ayer apuntaba el director de AD en un audio para analizar el resultado de las elecciones catalanas. Las instancias globalistas han dictado sentencia. El sionismo ya tiene a su máximo representante en la figura de Santiago Abascal. De aquí a Bilderberg solo media un pequeño paso. Ganan los de siempre; perdemos todos los demás.

El presidente del PP, Pablo Casado, ha pronunciado un discurso en el que apuesta por un cambio profundo en el partido tras los malos resultados cosechados en las elecciones catalanes. Unos resultados que Casado ha vinculado con las filtraciones sobre el caso Bárcenas a diversos medios de comunicación. Casado ha asegurado que la Fiscalía y el CIS orquestaron «una tormenta perfecta» que ha provocado el mal resultado del Partido Popular en las últimas elecciones catalanas.

Pablo Casado ha anunciado además que el PP no va a formar parte del juego mediático en torno a los casos de corrupción, presuntos o probados que afecten a personas a título individual o que sucedieran en el pasado: «Esta dirección no va a dar ninguna explicación sobre ninguna situación pasada. El coste electoral ha sido tremendo. No podemos seguir pagando facturas de asuntos que ni conocemos y que no tienen que ver con el legado del Partido.»

Como parte de esa ruptura con el pasado, Casado ha anunciado que el Partido Popular abandonará su sede nacional en la calle Génova, cuya reforma está siendo investigada por la Justicia: «Cambiaremos la sede nacional de ubicación y crearemos un nuevo mecanismo de compliance».

Distancia con Vox

El PP celebrará una convención nacional en otoño en la que se marcarán las líneas a seguir por la formación en los próximos años. Serña la primera de los populares desde que Casado asumió la dirección del partido. La última, celebrada en 2018 en Sevilla, fue anterior a la moción de censura que expulsó a Rajoy de la presidencia.

Casado ha apostado por recuperar para el Partido Popular todo el espectro de centro derecha, invitando a otras personalidades a sumarse a la formación, en un guiño a Ciudadanos, a la vez que ha querido volver a marcar distancia con Vox: «Ni queremos ganar en la radicalidad ni a España le serviría de nada que ganáramos desde la esquina del campo de batalla. El rupturismo de los radicales a izquierda y derecha no es mayoritario. Lo cómodo sería sumarse a las estrategias extremistas y dar hilo a la polarización por un puñado de votos. Pero en el PP no estamos para eso».

Ante dirigentes y barones del PP, Casado ha dicho que reafirma como “hoja de ruta” el discurso que pronunció en la moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, cuando rompió con Santiago Abascal, y ha defendido que el proyecto del PP es “de centro derecha moderado y transversal”.

El PP ha analizado este martes en el Comité Ejecutivo del partido el mal resultado cosechado en Cataluña, donde el PPC y su candidato, Alejandro Fernández, han tocado un nuevo suelo electoral con tres diputados, no han logrado atrapar los votos perdidos por Ciudadanos y han sido adelantados por Vox.