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Casado pone en marcha la operación Moncloa con el impulso del efecto Ayuso

La victoria inapelable de la candidata del PP en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en las elecciones de este martes ha tenido un efecto inmediato a nivel nacional que impulsa al presidente de los populares, Pablo Casado, a trabajar por recuperar para el partido la Moncloa.

Si en la noche electoral hablaba de “moción de censura al Sanchismo”, este mismo miércoles Casado apuntaba: “Los madrileños votaron por Madrid y para España… El balance es un centro y una derecha mucho más fuerte y cohesionada en torno al PP, que está preparado como alternativa para cambiar el Gobierno de España fruto de un trabajo discreto quizá aún no reconocido”.

A pesar de que el PSOE mantiene que la victoria del PP en Madrid no es extrapolable al resto de España, el líder del PP afirmaba que las elecciones en Madrid han desmontado la teoría de la “infalibilidad” de Sánchez. “Era todo un fake como todo lo que hace”, subraya, para añadir que tras la victoria de Ayuso en la Comunidad “el PP ha vuelto para quedarse”.

Por eso, en el PP busca desde ya un giro en la ciudadanía para cambiar el gobierno ‘Frankenstein’ de Sánchez con independentistas, separatistas y populistas que ha dañado la imagen de partido de Estado que tenía antes el PSOE y que ya no tienen.

Unidad en el centro derecha

Una de las consecuencias más evidentes y positivas para el PP en las elecciones de Madrid ha sido la desaparición de Ciudadanos en la Asamblea. La formación que lidera Inés Arrimadas no llegó al 5% exigido para tener representación y queda fuera prácticamente de la vida política a nivel regional.

El electorado ha visto la verdadera fuerza del centro derecho en la unidad y ha optado claramente por dar al PP ese voto útil que le ha hecho vencer al bloque de izquierdas. Esto aboca a la formación naranja a una delicada situación de supervivencia, pese a que Arrimadas lo ve como una oportunidad de “relanzar el centro”. Para renovar sus propuestas, Cs ha convocado ya una convención del partido en julio.

La realidad es que en Madrid se ha demostrado que una inmensa mayoría de los votantes de Ciudadanos eran del PP y han vuelto a él. Sumado al hecho de que Vox ha mantenido su representación, e incluso ha aumentado en un diputado más, y se puede considerar con normalidad un aliado a la hora de fijar pactos, Casado se lanza a preparar unas elecciones generales que se prevén a final de legislatura, si no hay alguna “catástrofe” antes, ya que las encuestas tampoco invitan a Sánchez a adelantarlas.

Trabajar para llegar a la Moncloa

De esta forma, en el PP trabajan ya de cara a las elecciones generales con la idea de la unión del centro derecha, que pasa por fagocitar lo que queda de Cs, incluso fichando a dirigentes relevantes, que ven que su barco se hunde y que se pueden acomodar perfectamente en el partido popular.

Además de con el votante de Cs, Casado lo intentará con el del PSOE: “Si nos unimos, ganamos… el PP es la casa común del centro derecha con puerta ancha para que entren los socialdemócratas defraudados con Sánchez”.

Al tiempo, en Vox se han dado cuenta de que será muy difícil llegar a la Moncloa. Tiene un electorado fiel, pero, del mismo modo, el voto útil puede perjudicar en unas próximas elecciones generales a la formación de Santiago Abascal si el PP sigue en la línea ascendente que ha iniciado Ayuso en Madrid y existen opciones de ganar y gobernar.

Hay que recordar que la Ley D´hondt en unas generales suele ser más severa con las formaciones con poca afiliación que en las autonómicas, ya que se trata de un sistema de representación proporcional por listas electorales. En caso de duda, el votante de centro derecha habrá de elegir y pensará que ya se ha cometido este error en el pasado.

La oposición de Sánchez

El presidente del PP subrayaba que “estas elecciones tienen una indudable repercusión nacional, también porque los partidos de gobierno han sufrido una debacle histórica”. Y apuntaba: “La coalición de gobierno sale debilitada y la única alternativa, el PP, sale fortalecida”.

Debilitado, el presidente socialista del Gobierno intentará deteriorar lo máximo posible a Pablo Casado que, sin embargo, en tono casi de campaña ya hablaba de que el PP vuelve a ser “el gran partido de España” y que “hay una mayoría social que quiere cambiar de Gobierno”. El líder popular está convencido de que la van a convertir en “mayoría electoral”, ya que “el presente de España, una vez más, pasa por el PP”.

El presidente del PP sabe que hasta que se convoquen las elecciones, todo el aparato logístico y mediático del Gobierno intentará atacar a Ayuso y a todas las medidas que adopte en la Comunidad de Madrid exagerando sus propuestas, de la misma manera que lo ha hecho durante la pandemia criticando la menor restricción de movimientos, así como la apertura de espectáculos, comercios y hostelería.

Pero Casado considera “incontestables” los resultados de Ayuso en Madrid y los atribuye a que “los madrileños no han querido que su región se convierta en una pieza más del tablero de ajedrez de la destrucción nacional de Sánchez”.

Precisamente, han sido la hostelería, el comercio y la cultura algunos de los principales valedores de la gestión eficiente de Isabel Díaz Ayuso porque les ha permitido mantener sus negocios, lo que ha repercutido también en que la Comunidad de Madrid haya sido la que más ha crecido en el empleo.

Y es que él éxito del PP ha sido también el fracaso del PSOE porque ha sabido abrirse: “Hemos ensanchado la centralidad sin renunciar a la batalla de las ideas y a una gestión eficaz… Además de predicar, hemos sabido dar trigo”. De esta forma, Casado atribuye la victoria de los populares y la derrota de la izquierda al gran trabajo del Gobierno de Ayuso, así como a los alcaldes y portavoces en la región, con Martínez-Almeida al frente”.