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CCOO y UGT exigen a Correos aclarar la “extrañeza” de que las cartas con balas no fueran detectadas

Una investigación interna realizada por Correos ha determinado que fue el fallo de un vigilante de seguridad lo que permitió que llegaran a sus destinatarios las cartas con amenazas y balas que recibieron el pasado jueves el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.

Tras revisar las cámaras de seguridad, la empresa pública ha concluido que el vigilante no advirtió en el escáner los proyectiles, a pesar de que la imagen no ofrece dudas al respecto, según la información adelantada por la Cadena SER. La investigación también ha servido para comprobar que los tres sobres con las amenazas fueron «matasellados e inspeccionados el día 19 a las 17:48 horas».

Este informe de Correos ha trascendido después de que CCOO y UGT hayan pedido la realización de una auditoría interna para esclarecer cómo pudieron ser enviados esas cartas sin que fueras interceptadas en los controles de seguridad de la empresa pública antes de llegar al Ministerio del Interior.

Los sindicatos principales de Correos han enviado una carta al presidente de la institución pública, Juan Manuel Serrano Quintana, en la que expresan su «extrañeza» por el hecho. «Ante la extrañeza que supone la falta de detección de estos envíos por los mecanismos de seguridad de que dispone Correos, antes de su entrega al destinatario y el peligro que ello conlleva para los trabajadores y clientes de Correos, le solicitamos que nos informe de si se ha modificado la operativa de seguridad que venía funcionando hasta fechas recientes», señalan en el comunicado.

Asimismo, recuerdan que Correos sirvió en el pasado de instrumento para asestar «golpes terroristas personalizados» a diferentes personajes públicos y que, precisamente por ello, se adoptaron medidas de seguridad para impedir «que un servicio público como el nuestro fuese utilizado para otros fines diferentes a su función». «Entendemos que deberá analizarse si es necesario revisar los actuales protocolos de seguridad que han puesto de manifiesto algún tipo fallo en aras a mejorar nuestros sistemas de detección de envíos que ni pueden ni deben circular por nuestra red», destacan los sindicatos.

Este fallo supone un «incumplimiento muy grave», por lo que Correos ha decidido expedientar a la empresa externa, responsabiliza del error humano a un vigilante ajeno al ente público, cuya actuación habría permitido burlar los controles de seguridad protocolarios para evitar el envío de este tipo de paquetes con contenido peligroso.

De acuerdo con la versión de Correos, el vigilante -un trabajador de un punto de control ubicado en Vallecas- no reparó en el contenido de los paquetes cuando estos atravesaron el escáner. Por tal razón, Correos ha pedido explicaciones a la empresa de seguridad y ha exigido que dicho vigilante sea apartado de su puesto.