La designación de Félix Bolaños como ministro de Justicia en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha sumido en la consternación al mundo judicial. Bolaños mantendrá la cartera de Presidencia y ha ejercido como ministro de Justicia a la sombra de Pilar Llop.
Durante la pasada legislatura, Bolaños participó en la frustrada negociación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) con el PP y consumó la renovación del Tribunal Constitucional. Este madrileño de 47 años, abogado y letrado del Banco de España desempeñó como ministro de la Presidencia un papel clave en el indulto a los golpistas del 1-O y en la reforma del Código Penal para derogar el delito de sedición y modificar el delito de malversación. Además, ha formado parte del equipo negociador del PSOE para sacar adelante los acuerdos con Junts y ERC que incluyen la ley de amnistía y que han posibilitado un tercer mandato de Pedro Sánchez en la Moncloa.
Fuentes jurídicas consultados por Libertad Digital destacan que «Bolaños es una persona muy cercana a Pedro Sánchez, altanera y sin escrúpulos que aterriza en el Ministerio de Justicia para concluir el asalto al CGPJ. Si no logra un acuerdo con el PP, reformará la Ley a lo bestia para tomar el control del Gobierno de los jueces y posteriormente, asaltar el Tribunal Supremo donde se deben cubrir 23 vacantes con jueces de izquierda y de extrema izquierda».
«Bolaños tendrá además el cometido de ejecutar la Ley de amnistía sobre el 1-O, en cuya negociación ha participado, y comandar su exposición y justificación ante las autoridades europeas en Bruselas. También, será el encargado de capitanear la lucha por el supuesto lawfare que ha pactado el PSOE con Junts y ERC. Recordamos que este ministro no dudó en amenazar a los vocales del CGPJ reacios a renovar el Tribunal Constitucional con el Código Penal si no accedían a dicha renovación», añaden.
Las mismas fuentes consultadas por LD consideran que es «una aberración que el ministro de la Presidencia aglutine a su vez la cartera de Justicia. Es una declaración de guerra al Poder judicial y toda una declaración de intenciones. De esta forma, Bolaños será ministro de Presidencia (Poder ejecutivo), Relación con las Cortes (Poder legislativo) y Justicia (Poder judicial). Los tres poderes del Estado fusionados en una sola persona. Empieza una nueva época de transformación absoluta, un nuevo régimen. También es un indicativo de lo importante que es para Sánchez controlar la justicia».
«El Poder Judicial queda supeditado y subyugado al Poder Ejecutivo. Desaparece la separación de poderes y emerge un nuevo Poder Judicial liderado por un peligroso tridente: el ministro de Justicia Félix Bolaños, el presidente del Tribunal Constitucional Cándido Conde-Pumpido y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz«, concluyen.
El acuerdo de Junts y PSOE sobre el lawfare
Tal y como publicó este diario, el Poder Judicial se encuentra en alerta máxima tras conocer las concesiones de Pedro Sánchez a los golpistas catalanes en el acuerdo de investidura que suscribían PSOE y Junts y que anticipaba la creación de comisiones de investigación parlamentarias contra jueces que hayan investigado o juzgado el golpe del 1-O.
Dicho acuerdo afirmaba textualmente: «La Ley de Amnistía, para procurar la plena normalidad política, institucional y social como requisito imprescindible para abordar los retos del futuro inmediato. Esta ley debe incluir tanto a los responsables como a los ciudadanos que, antes y después de la consulta de 2014 y del referéndum de 2017, han sido objeto de decisiones o procesos judiciales vinculados a estos eventos. En este sentido, las conclusiones de las comisiones de investigación que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta en la aplicación de la ley de amnistía en la medida que pudieran derivarse situaciones comprendidas en el concepto lawfare o judicialización de la política, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas».