Inicio Actualidad Cuídese, Casado – La Gaceta de la Iberosfera

Cuídese, Casado – La Gaceta de la Iberosfera

El Partido Popular ha estrenado su convención reivindicando un cordón sanitario poselectoral a VOX alegando, sin prueba alguna, que el partido de Santiago Abascal es nostálgico, antieuropeo y populista. Nada de todo eso es cierto, pero no dejes que la verdad te arruine tu ilusión por ampliar tu base electoral recogiendo las migajas que los moribundos socioliberales de Ciudadanos van arrojando.

Si queda algún nostálgico en la España de 2021 es aquel que todavía espera que vuelvan los tiempos de las mayorías absolutas. Ese deseo de cosas imposibles en una España italianizada es sólo el último sueño de la noche, el que se va difuminando según despiertas y te asomas a las encuestas.

En cuanto a la pretendida pulsión antieuropea de VOX, ha quedado más que demostrado que el motor de su actividad en Bruselas es la reivindicación de aquella magnífica idea de los padres fundadores de crear una Europa de las naciones que no renuncian a la cultura Occidental judeocristiana. Una Europa muy alejada de esta Unión de burocracias que impone agendas ideológicas con desprecio de la historia de los pueblos y de su derecho a pelear para no perder su identidad ahogados en el tenebroso multiculturalismo y en el no menos pernicioso multilateralismo que tanto complace a la dictadura china.

Y ya en cuanto al populismo, la acusación es risible desde el momento en el que VOX defiende la Constitución, el Estado de Derecho, la separación de poderes, la libertad de expresión, la libertad empresarial, el orden político y la paz social. Y esta defensa es igual en Vic que en Orense o en El Ejido pasando por Ceuta. Otros en sus baronías no pueden decir lo mismo, y de ahí buena parte del problema y del nerviosismo popular.

Durante los dos últimos años, en un desquiciado gota a gota (expresión muy conocida en el edificio de la calle Génova que, como el dinosaurio, todavía sigue ahí), el todavía líder del PP, Pablo Casado, ha ido escorando a babor la nave popular desde que prometiera, qué tiempos aquellos, dar la batalla cultural. Esa batalla de las ideas, que, oh, casualidad, sus mayores que ayer inauguraron los discursos en la convención, Feijoó y Rajoy, se negaron y se niegan a dar con las consecuencias que hoy padece España. Si no sabe de lo que hablamos, asómese a los resultados electorales del PP en el País Vasco y en Cataluña, donde hubo un tiempo en el que fueron héroes y, hoy, apenas nada.

Como nada serían si VOX no hubiera apoyado con sus votos la formación de gobiernos autonómicos en regiones esenciales para España como Andalucía o Madrid. Que los líderes del Partido Popular reclamen cordones sanitarios poselectorales a VOX, además de una ingratitud, es un error incompatible con la idea de la ‘Casa Común del centro y la derecha’ (si es que las etiquetas sirven ya de algo) que no hace tanto tiempo reclamaban con cierta desesperación.

Si el arranque de la convención del Partido Popular ha demostrado algo es que la idea de la gran coalición entre populares y socialistas ha vuelto a la agenda de Pablo Casado. Es el sueño del bipartidismo. Mientras tanto, el sueño de España parece que tendrá que esperar.

Un último consejo al todavía líder de los populares que a buen seguro que será desoído. Aquel que elogie su búsqueda coyuntural de la moderación centrada, aquel que reivindique un pasado de mayorías absolutas acomplejadas… aquel es el traidor. VOX no lo es. VOX es un socio fiable que sólo exige que aquel que gobierne piense primero en España. Cuídese, Casado. Cuídese mucho.