Tlaib, quien triunfó entre un nutrido grupo de demócratas, no tendrá un opositor republicano en las elecciones generales de noviembre, aunque podría presentarse un candidato independiente, que en todo caso lo tendría complicado en un territorio eminentemente progresista.
«Muchas gracias por hacer posible este momento increíble. Estoy sin palabras. No puedo esperar para representaros en el Congreso», dijo hoy Tlaib en su cuenta de Twitter tras confirmarse su victoria.
El escaño al que aspira Tlaib en el Legislativo estadounidense había sido ocupado durante años por el excongresista John Conyers, antes de presentar su renuncia en diciembre en medio de acusaciones vertidas en su contra por acoso sexual.
Tlaib, hija de inmigrantes palestinos, es una de los más de 90 musulmanes estadounidenses que se postulan en este ciclo electoral a cargos públicos.
La candidata se hizo con la victoria entre un gran número de aspirantes demócratas, en su mayoría alineados con el «establishment», pero ella representa al ala progresista del partido, similar a la figura de la latina
Alexandria Ocasio-Cortez, quien venció de forma sorpresiva en las primarias de Nueva York a un demócrata consolidado.
Michigan es uno de los estados con más población musulmana del país, y de los que cuentan con más candidatos que profesan esa fe, mientras que Estados Unidos experimenta uno de los momentos con más alto sentimiento antiislámico.
EFE/ MC
