Gonzalo Boye, letrado de Puigdemont y otros golpistas fugados, considera que la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es una victoria sin paliativos de los independentistas. Según su interpretación, «a medida que la gente lee la resolución pasan de considerarla una sentencia favorable a Pablo Llarena (el magistrado del Tribunal Supremo que emitió las euroórdenes de extradición) a una sentencia de empate». Y añade: «Supongo que cuando la acaben de leer verán que eso no es un empate, sino una goleada«.
En una entrevista en el digital independentista Vilaweb, Boye subraya que la inclusión de la expresión «grupo objetivamente identificable» en la sentencia abre la vía para que «en Estrasburgo pongan apellido a la minoría nacional». Además, Boye carga contra Pedro Sánchez, afirma que sus cálculos para traer de vuelta a España a Puigdemont son erróneos (el Gobierno ha llegado a especular con la repatriación del prófugo a las puertas del verano) y que hasta en el peor de los escenarios, una hipotética entrega podría tardar años.
Antecedentes de Boye
Gonzalo Boye, condenado por colaboración en el secuestro de Emiliano Revilla y procesado por un presunto blanqueo de capitales del narcotraficante Sito Miñanco, otro de sus clientes, desgrana que en el caso de que el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) confirme la retirada de la inmunidad de Puigdemont, «tendríamos derecho a ir en casación, que tardaría entre ocho y diez meses en resolverse. Mientras tanto, tendríamos inmunidad. Llegaríamos a diciembre. Después, si perdiésemos la casación en el TJUE, se debería ir a un procedimiento de entrega a Bélgica con las condiciones que ha puesto el TJUE esta semana».
Plazos dilatados
En relación a dichas condiciones, el letrado apunta que «habría una primera instancia, que duraría unos dos meses y después una apelación que duraría entre cuatro y seis meses. De manera que ya nos situaríamos entre julio y agosto de 2024. Y contra eso aún queda la opción del recurso de casación en Bélgica y llegaríamos hasta diciembre de 2024. Puede que si a Pedro Sánchez se lo hubieran explicado con una hoja de Excel no diría esas cosas».
En el caso de que todas sus previsiones y plazos fallaran, el abogado explica que sería «tremendamente complejo» extraditar a Puigdemont y que él lo descarta. «En la vida nada es imposible, pero es evidente que nosotros nos hemos movido por países donde hay un nivel de seguridad jurídica importante«. Así, subraya que Bélgica es el mejor país para Puigdemont de cara a esperar acontecimientos, aunque señala también Alemania, Italia, Austria, Francia y Países Bajos como estados de la Unión Europea seguros para los fugados.
