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El aviso de Feijóo a Sánchez: «Necesita de la resignación del pueblo español pero se equivoca, no la va a tener»

El primer enfrentamiento en el Congreso entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez no defraudó. El presidente del PP salió a embestir con dureza al candidato socialista por su «incoherencia«, su «falta de palabra» y sus permanentes «mentiras» para intentar justificar una amnistía que, según denunció, «humilla a los españoles», «divide al país en dos», «es corrupción política» y «no ha sido votada por los españoles».

Feijóo pronunció un discurso aplaudido de forma incesante por la banda popular, que en varias ocasiones se puso en pie para ovacionar desde sus escaños al escuchar sus palabras, ante el evidente malestar de Sánchez, que se mostró en todo momento contrariado negando con la cabeza, apretando los dientes y bajando la cabeza ante el chorreo de reproches lanzados por el líder del PP que repasó uno a uno sus incumplimientos.

«Necesita de la resignación del pueblo español pero se equivoca, no la va a tener», le advirtió después de alzarse en representación del malestar social manifestado en las instituciones o la calle, prometiendo «no callarse» para defender a la «mayoría constitucional» a la que «jamás abandonará». Feijóo acusó al candidato socialista de «haber perdido la razón«, «caer en el delirio«, «no tener pudor», ser «inmoral» o «vender su dignidad por un puñado de votos». «Hay que encender todas las alertas democráticas», advirtió.

El vapuleo llevó a la bancada socialista a ponerse nerviosa hasta el punto de pedir a la presidenta de las Cortes, Francina Armengol, que interrumpiera su intervención cuando el líder del PP ya había sobrepasado la media hora que le permitía el Reglamento para hablar. Ante las quejas de la presidenta, Feijóo apeló al precedente de Óscar Puente que pudo intervenir 40 minutos durante su investidura.

«Usted es el problema, con su falta de palabra, su ausencia de restricciones morales, su patológica ambición. Mientras usted siga, España estará condenada a la división. Ese será su legado. De su paso por la Presidencia quedará el recuerdo de Puigdemont llegando a Cataluña sin ninguna reprobación. A usted la historia no le va a amnistiar», avisó Feijóo, que entonó un «no a la amnistía, no a ignorar a las víctimas del separatismo, no a borrar presuntos delitos de corrupción y terrorismo, no a mediadores internacionales, no a pasar por alto la injerencia rusa, no a cesiones pagadas con 100.000 millones de euros de los trabajadores, no a Bildu, no a una democracia recortada, no a la mentira, y no a la desigualdad entre españoles».

El fraude de Sánchez

También señaló cómo «esta investidura nace de un fraude: lo que se trae hoy a la Cámara no se votó en las urnas». Se propiciará, avisó, «a través de un ejercicio de corrupción política porque tomar decisiones contra el interés general a cambio de beneficios personales no tiene otro nombre». Lamentó además que se humilla a sí mismo y al PSOE «pero no tiene derecho a humillarnos a todos los españoles».

Tras repasar durante su discurso las mentiras de Sánchez, de reclamar elecciones, advertirle de que su mayoría no es tal y de advertir contra lo que todavía está por llegar, el líder del PP entregó a la presidencia de la cámara un dossier con decenas de folios que inluía todos los socialistas, asociaciones, colectivos, funcionarios públicos y miembros de la Justicia que se han pronunciado en contra la amnistía.

A Sánchez se le atraganta Feijóo

Al igual que en otras ocasiones, Sánchez eludió responder a los reproches y preguntas de Feijóo, limitándose a repetir los mismos mantras que acostumbra cuando se enfrenta a la oposición. Dijo que los españoles han apostado «por cuatro años de convivencia» y reiteró que «no se rompe España, ni la Constitución se quiebra«, volviendo a sacar uno de sus temas fetiche para arremeter contra el PP: la no renovación del CGPJ. «Llevan 5 años incumpliéndola y España sale adelante», añadió.

Sánchez intentó defender que sus planes se sostienen sobre una supuesta mayoría de españoles frente a un Feijóo que «no tiene los votos necesarios» y le «faltan los apoyos parlamentarios». «Se llama la dictadura de los votos», sentenciaba para presumir de los 179 diputados que le harán presidente. Al igual que hizo durante su discurso, Sánchez apostó en su réplica por la polarización y por vincular al PP con Vox.

«Nadie ha hecho más por Vox que usted«, le reprochó al líder del PP, acusándole de «estar alejándose de los principios democráticos». El candidato socialista no tenía límite de tiempo en su respuesta que alargó de forma excesiva repitiendo en varias ocasiones ideas ya dichas, llegando a perder el hilo por momentos.