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El Banco de España constata que la subida del Salario Mínimo Interprofesional restó hasta 180.000 empleos

Sede del Banco de España.

Después de protagonizar en su momento un pulso con el Gobierno sobre el impacto negativo de la subida del 22% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2019, el Banco de España ha publicado la evaluación a dos años vista de la medida sobre el mercado de trabajo. El supervisor calcula que el incremento, aprobado sin acuerdo con los agentes sociales, pudo costar a la economía española entre 83.000 y 180.000 puestos de trabajo, por un menor crecimiento de la ocupación.

«La estimación del impacto del incremento del SMI en el empleo para el episodio analizado en España sería consistente con una pérdida de empleo neta de los trabajadores directamente afectados de entre 6 y 11 puntos porcentuales, lo que equivaldría en este caso a un impacto en el empleo asalariado total de entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales», subraya en «Los efectos del salario mínimo interprofesional en el empleo: nueva evidencia para España». De estas últimas cifras, en base al total del empleo asalariado de la EPA, se detrae el impacto de la subida del SMI en términos absolutos.

El incremento penalizó la contratación de los puestos de trabajo a los que afectó la subida del SMI. «Por cada punto porcentual de subida del SMI, se produciría un menor crecimiento del empleo de los trabajadores directamente afectados entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales», señala el documento.

En su momento, el gobernador Pablo Hernández de Cos alertó en el Congreso de los Diputados que una subida del 22% sin haber evaluado las anteriores no era conveniente para la economía española y cifró el efecto negativo sobre el empleo total en unos 150.000 puestos de trabajo. Desde el Gobierno se replicó que no había detectado ningún impacto negativo en un incremento que no se pactó con los agentes sociales. Desde entonces, el Banco de España había venido asegurando que cuando se publicasen los datos del INE que permiten desagregar el efecto de la medida sobre los empleos, publicarían su propia evaluación.

De esta forma, pese a que la ocupación aumentó en dicho año la aprobación del alza del SMI marcó un antes y un después: si en diciembre de 2018 mostraba un crecimiento interanual del 3,1%, tras el alza en diciembre de 2019 registró una variación del 1,8%. Este freno en la creación de empleo fue mayor entre los que ganaban menos de 1.250 euros mensuales, es decir, a los colectivos que afectó directamente la subida del SMI.

Al observar la variación en la creación de empleo, el impacto fue más negativo entre los jóvenes. El Banco de España establece dos modelos: uno que incluye la brecha entre el salario del empleado del SMI para ver si le afectó el incremento; y otro con un indicador de si cambia la situación salarial del empleado, sin tener en cuenta la distancia entre su retribución y el SMI. Según el primer escenario, el aumento de creación de empleo se redujo en un 4,3% entre los que tienen 16 y 24 años, mucho mayor al 2,7% de la población entre 16 y 64 años. Con el segundo modelo, cambian las cifras pero no la situación de los jóvenes: la creación de empleo se contrae en 1,9 puntos porcentuales, mayor a los 1,2 puntos de la población de 16 a 64 años.

Subida de 2017 y subida de 2019

Curiosamente la subida de 2017 tuvo efectos distintos sobre los colectivos según la edad. «Quienes en 2016 eran mayores de 33 años y tenían salarios inferiores al SMI de 2017 se enfrentaron a una probabilidad mucho mayor de perder el empleo que los trabajadores del mismo grupo de edad afectados por la subida del SMI en 2019. El efecto contrario se produjo entre los más jóvenes, que en el alza de 2017 vieron mermadas sus posibilidades de mantener el empleo de forma algo más leve que en la subida de 2019», detecta el Banco de España.

Mayores de 45 años: más probabilidad de perder el empleo

Si la creación de empleo fue menor entre los jóvenes, la destrucción de los trabajos ya creados afectó más a los más mayores. En general, los empleados que percibían estos niveles de sueldo y a los que afectó el incremento del SMI elevaron sus probabilidades de perder el trabajo en hasta un 3,2%. «Para la totalidad del colectivo de trabajadores afectados por la subida, sin distinguir por edades, se estima un incremento de la probabilidad de perder el empleo respecto al escenario contrafactual, de mantenimiento del SMI inalterado, de entre un 2,3% y un 3,2%, dependiendo del modelo considerado», abunda el documento. En este sentido, los mayores con peores salarios son los más perjudicados, ya que «los afectados mayores de 45 años muestran una propensión a perder el empleo más elevada» en este grupo.

Precisamente, la evaluación del Banco de España llega en un momento en el que la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado su intención de volver a elevar el SMI ya en 2021, pese a que los efectos de la crisis económica sobre las empresas suponen un desincentivo a esta medida.