Inicio Actualidad El cautiverio del teniente coronel Tejero (I)

El cautiverio del teniente coronel Tejero (I)

Ofrecemos el testimonio de Bernardo Sánchez, que compartió vivencias y anécdotas con el teniente coronel Antonio Tejero, durante su cautiverio, y que ahora quiere compartir con los lectores de AD. Ofrecemos la primera parte de su relato:

Yo visité cada mes al Tte. Coronel Tejero, primero en el Servicio Cartográfico del Ejército en Madrid durante su cautiverio en espera del juicio que se organizó contra los jefes militares del 23F. Algún general integrante del tribunal militar pasaba, durante dicho juicio, papelitos a otros y sonreían. Al acabar las sesiones y quedar desalojada la sala, los jefes que eran juzgados recogian de las papeleras dichos escritos en los que se leían «Manolo, hoy tengo para comer conejo con salsa picante y ajitos», etc.

En el Servicio Cartográfico del Ejército (Campamento-Madrid), el Teniente Coronel Tejero ocupaba una minúscula habitación, amueblada sobriamente con mesa de las de brasero, sillas y ventana con rejas, estantería con libros y un cuarto adyacente, más minúsculo si cabe, en donde dormía. En aquella mesa su esposa doña Carmen Díez de Tejero, que terminada su jornada en Madrid como docente acudía por las tardes a visitarlo, depositaba la merienda cena compuesta por embutido, tortilla, etc. y pan, compartiendo estos alimentos con la persona visitante que en aquellos momentos le tocaba el turno de visita tras horas de guardar cola en la puerta del acuartelamiento. El edificio estaba custodiado por centinelas de la Policia Militar educados y serios.

Uno de esos visitantes comentó al Tte. Coronel que en la cola de visitantes había trabado amistad con uno de ellos y que al identificarse ambos como falangistas, éste le había propuesto entrar juntos para estar el doble de tiempo con el Tte. Coronel. También le propus obtener información para trasladarla a la Falange de Madrid, además de comunicarle que en la próxima visita contaba con él para introducir una grabadora oculta con la intención de grabar las conversaciones que se desarrollaran en presencia del Tte. Coronel y a ser posible con alguna de las personalidades que lo visitaban.

Cuando el visitante, que informó de tal maniobra a Tejero volvió días después a visitarlo, supo que el supuesto falangista de la grabadora había sido interceptado por el mismo Tte. Coronel y el oficial de la Policia Militar responsable de las visitas. Se trataba de un agente de la Presidencia del Gobierno.