El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha preferido reconocer que estaba peor informado que el grueso de la opinión pública española, al asegurar que no vio las imágenes del horror en la valla de Melilla, donde decenas de inmigrantes resultaron muertos en un violento asalto a la frontera española, antes que admitir ningún error en el tono cuando alabó la actuación de la policía marroquí.
Sánchez se ha mostrado este miércoles dispuesto a «rendir cuentas» sobre los hechos ocurridos en la valla de Melilla en los que murieron 37 personas, según las oenegés, y lo hará en su comparecencia en el debate de la nación que, a falta de confirmación oficial, se celebrará del 12 al 14 de julio.
En una entrevista en la Cadena Ser, Sánchez ha lamentado lo ocurrido y, si bien ha evitado condenar la actuación, sí ha reconocido que cuando elogió la colaboración marroquí para frenar el asalto a la valla «no conocía las imágenes», en la que se ven los cuerpos amontonados de los inmigrantes tras el choque con la policía marroquí.
«Yo no conocía esas imágenes cuando hice la declaración, es evidente que lamento las muertes que se han producido en Nador», ha dicho el presidente, al tiempo que ha insistido en que este es «el último acto» de una tragedia que empieza mucho antes, en Sudán, país del que proceden la mayoría de los inmigrantes, por lo que ha propuesto «trabajar» en el país de origen.
«Tenemos que ponernos en la piel de todos los actores», ha dicho Sánchez, que ha apelado a ser empáticos y ponerse en el lugar de los emigrantes pero también «en los zapatos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado: 40 guardias civiles fueron heridos a consecuencia de este ataque violento y más de cien gendármenes marroquíes resultaron heridos, algunos muertos».
Además ha subrayado el derecho que tienen los compatriotas de Ceuta y Melilla «a tener sus fronteras seguras y a vivir con tranquilidad«.
A la pregunta de si debe investigarse lo que pasó como piden los socios de Gobierno, ha recordado que ya hay tres investigaciones abiertas: una por parte de la Fiscalía de Nador, que imputa a 30 personas delitos de colaboración y tráfico de seres humanos; una segunda, de la Fiscalía General del Estado; y una tercera, del Defensor del Pueblo.
Sánchez ha apostado por confiar en las instituciones y ha ofrecido la «total colaboración» del Gobierno de España para esclarecer los hechos.
