Inicio Actualidad El doble rasero y la hipocresía de las grandes redes sociales

El doble rasero y la hipocresía de las grandes redes sociales

Por Majid Rafizadeh.- Recientemente varios gigantes de las redes sociales tomaron la controvertida decisión de banear al presidente de EEUU Donald Trump, mientras permiten operar con total libertad a los dirigentes de los principales patrocinadores estatales del terrorismo según el Departamento de Estado norteamericano.

En un primer momento fueron Facebook e Instagram los que banearon «indefinidamente» al presidente. El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, manifestó:

«Creemos que el riesgo de permitir al presidente seguir utilizando nuestro servicio durante este periodo es, sencillamente, muy elevado. Así pues, hemos prorrogado indefinidamente, y durante por lo menos las próximas dos semanas, el bloqueo de sus cuentas en Facebook e Instagram, hasta que se complete el traspaso pacífico del poder».

Acto seguido, Twitter suspendió las cuentas de Trump, Michael Flynn y Powell. Respecto del presidente Trump, Twitter adujo:

«Tras un detenido análisis de los tuits publicados en @realDonaldTrump, así como de su contexto –especialmente, de cómo se reciben e interpretan dentro y fuera de Twitter–, hemos suspendido la cuenta ante el riesgo de ulteriores incitaciones a la violencia».

Al parecer, Twitter veía problemáticos sólo dos tuits de Trump: uno en el que decía que no acudiría a la toma de posesión del presidente electo, Joe Biden («A todos aquellos que habéis preguntado: no acudiré a la toma de posesión del 20 de enero»), y otro en el que se leía:

«Los 75 millones de grandes patriotas americanos que votaron por mí, por el AMERICA FIRST y por el MAKE AMERICA GREAT AGAIN van a tener durante mucho tiempo una VOZ GIGANTE. ¡¡¡No se les faltará al respeto ni serán tratados injustamente, de ninguna de las maneras!!!»

Twitter explicó:

«Esos dos tuits han de leerse en el amplio contexto de los acontecimientos que se están produciendo en el país, de cómo las declaraciones del presidente pueden movilizar a audiencias distintas, incluso para incitar a la violencia, y del patrón seguido en esta cuenta en las últimas semanas. Tras contrastar el lenguaje de esos tuits con nuestra Política sobre Glorificación de la Violencia, determinamos que violaban la Política sobre Glorificación de la Violencia y que el usuario @realDonaldTrump debería ser inmediatamente suspendido del servicio de forma permanente».

Semejante interpretación de esas palabras parece, francamente, exagerada, especialmente cuando se compara con lo que se permite en Twitter sin que se emitan notas de ningún tipo.

¿Qué pasa, por ejemplo, con el Líder Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, que constantemente publica tuits incendiarios y antisemitas y cuyo régimen es considerado por el Departamento de Estado norteamericano «el mayor promotor mundial del terrorismo»?

Jamenei no tiene problemas con Twitter cuando llama a la aniquilación de Israel y niega el Holocausto.

«Apoyaremos y daremos asistencia a toda organización o país que se oponga y combata al régimen sionista, y no trepidaremos en decirlo (…)», tuiteó el pasado 20 de mayo. Dos días antes escribió en la misma red:

Hay que armar la Margen Occidental, como Gaza. Lo único que puede aliviar las penalidades de los palestinos es el poder. Llegar a compromisos no reducirá en lo más mínimo la crueldad de esa entidad usurpadora, maléfica y lobuna [Israel]. (…)

El 21 de mayo tuiteó:

«El pueblo de Palestina debería celebrar un referéndum. El sistema político por el que vote debería imperar en toda Palestina. El único remedio para conseguir la remoción del régimen sionista es la firme resistencia armada».

Según la Política sobre organizaciones violentas de Twitter, no hay lugar en Twitter para las organizaciones violentas, entre las que se cuentan las organizaciones terroristas o los grupos extremistas violentos, ni para los individuos afiliados a ellas o que promuevan sus actividades ilícitas (…) Las guías de esta posición están basadas en las listas nacionales e internacionales de organizaciones terroristas, así como en nuestros propios criterios sobre grupos y organizaciones extremistas violentos.

¿No violan esos tuits del Líder Supremo de Irán las normas de Twitter?

Más alucinante aún: el 9 de noviembre de 2014, Jamenei publicó un tuit en el que explicaba cómo aniquilar Israel: «¿Cómo debería y puede ser eliminado #Israel? El ayatolá Jamenei responde a nueve cuestiones clave. #ApartaLasManosDeAlAqsa». Jamenei de hecho publicó un pantallazo en el que se detallaba el proceso para la destrucción de Israel.

Esos tuits siguen ahí.

Cuando, en una reunión del Comité sobre Inmigración, Absorción y Asuntos de la Diáspora del Parlamento israelí, se le preguntó por los tuits antisemitas del ayatolá, Ylwa Pettersson, responsable de Twitter para los países nórdicos e Israel, respondió:

«Nuestra posición con respecto a los dirigentes es que las interacciones directas con figuras públicas, los comentarios sobre cuestiones políticas del día o las bravuconadas de política exterior relacionadas con asuntos económicos y militares no violan, en líneas generales, nuestras normas».

Semejante respuesta provocó indignación. Se habló de doble rasero. La diputada israelí Mijal Cotler-Wunsh, que estaba en la sesión y de hecho la dirigía, tuiteó:

«Wow. ¡Twitter acaba de admitir que los tuits de los dirigentes iraníes que llaman al genocidio de los judíos NO violan sus normas! ESTO es doble rasero. Esto es antisemitismo».

El abogado experto en derechos humanos Arsen Ostrovsky afirmó:

«¡No es broma! En una sesión de la Knéset sobre antisemitismo, una representante de @Twitter me dijo que sancionan a @realDonaldTrump porque influye en el ‘discurso público’, pero no los llamamientos al GENOCIDIO del iraní @khamenei_ir, que pasan por aceptables ‘comentarios sobre cuestiones políticas del día’». (…)

Los gigantes de las redes sociales permiten que los jerarcas iraníes tuiteen libremente amenazas de muerte contra los americanos, mensajes antisemitas y llamamientos a la destrucción de Israel. ¿Nadie tendrá la amabilidad de detenerlos?