Inicio Actualidad El giro de Ximo Puig forzó el último bandazo de Sánchez

El giro de Ximo Puig forzó el último bandazo de Sánchez

La Moncloa ha vivido en los últimos quince días toda una montaña rusa de emociones. Tras el plan de Moreno Bonilla, suprimiendo el impuesto de Patrimonio, el Gobierno de Pedro Sánchez se sumó a un impuesto a los grandes patrimonios y a una «subida generalizada de impuestos». Sólo tras la «sublevación» de algunos barones, como Ximo Puig, La Moncloa cambió su hoja de ruta e incluyó algunas bonificaciones.

Sánchez estaba avisado de las intenciones de Ximo Puig. Según fuentes próximas al presidente, ambos mantuvieron una conversación el pasado viernes antes de un acto de ElDiario.es en Valencia. En ese momento, el barón le adelantó el anuncio que realizaría el martes pero parece que Sánchez no se lo transmitió al resto de ministros que durante su semana expresaban su sorpresa por el anuncio del Gobierno valenciano. La orden era perfil bajo. No se podía criticar a Puig pero muchos dejaban entrever su malestar.

Se suman más comunidades

Lo que quizás no calibró Moncloa es que varias comunidades socialistas se iban a sumar a una bajada de impuestos. Aragón, Canarias, Extremadura o Castilla la Mancha han ido dejado a lo largo de la semana la puerta abierta.

En el caso de los dos últimos, Page y Fernández-Vara, su situación demoscópica es la más acuciante, junto con la valenciana, y necesitan algún revulsivo de cara a un año electoral.

Se plantea la bonificación

Casi a la par, Hacienda negociaba con Podemos un nuevo proyecto fiscal en el que se iba a incluir el nuevo impuesto a los ricos de carácter temporal. María Jesús Montero también dejó abierta, desde el principio a una subida de sociedades al 15%. Una posible deflactación nunca estuvo sobre la mesa, ya que Hacienda se negó en rotundo desde el primer momento.

La bonificación a las rentas menores de 21.000 euros llegó en la tarde del miércoles por orden de La Moncloa. Esa misma noche, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, con interlocución directa con uno de los negociadores, Nacho Álvarez, llegó a reventar el anuncio durante una entrevista en la SER: «El debate de bajar el IRPF a rentas bajas no estaba encima de la mesa hasta hace unas pocas horas».

«Gracias a Ximo»

Hasta ese momento, Hacienda se había negado a una bajada que sí habían planteado los morados. La nueva idea que rondaba en la cabeza de los socialista es que bonificación podría parar la carrera de algunas comunidades para «bajar impuestos». «Gracias a Ximo«, llegaron a expresar en el entorno de algunos negociadores tras ver que los socialistas se abrían a un nuevo viraje.

Sin embargo, esta decisión no contaba con la unanimidad en el espacio morado. Casi a la misma hora que el Gobierno estaba negociando a bonificar algunos tramos bajos de rentas, Alberto Garzón, se despachaba en Twitter y acusaba al Gobierno de asumir el marco de «bajada de impuestos» que «no es coherente con ningún programa de izquierdas«.

Sólo unas horas más tarde, comienza una cadena de caóticos anuncios y desmentidos que finalizan con Hacienda asumiendo la mayor parte de las tesis fiscales de Unidas Podemos.