La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha admitido este miércoles en la Cadena SER que está en la «agenda» del Ejecutivo posibles modificaciones en la casilla de asignación tributaria a la Iglesia, así como la reforma educativa que podría devaluar la asignatura de Religión o la eliminación de financiación a los centros que segreguen por sexo.
«Tenemos que hacer reflexiones», ha afirmado Calvo al ser preguntada sobre si el Gobierno mantendrá la casilla del IRPF para la Iglesia. «Tiene que rendir cuentas de cómo administra los fondos que recibe a través de la Renta», ha añadido, ya que, matiza, esa partida debe ir destinada a política social. También está en el punto de mira del Gobierno el IBI para los espacios que no sean de culto: «La Iglesia Católica tiene que responder a la fiscalidad. Queremos que responda como en Francia o Italia».
Precisamente este miércoles Calvo recibe en La Moncloa al nuevo nuncio del Vaticano en España, Bernardito Auza, con quien afirma que hay sintonía; unas buenas sensaciones que extrapola a la Santa Sede y a la Conferencia Episcopal Española. «Las relaciones son muy buenas. Hay una agenda importante que vamos a tratar, y que vamos a empezar esta misma mañana», sostiene.
«Las relaciones con la Santa Sede son muy buenas, y tenemos un calendario de trabajo relacionado con la fiscalidad de la Iglesia Católica»
En el nuevo Ejecutivo, el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática comandado por Calvo es la cartera a la que corresponde las competencias sobre libertad religiosa. Será pues la vicepresidenta primera la que ponga voz a las demandas del Ejecutivo como ya hizo durante la interlocución que mantuvo con el Vaticano sobre la exhumación de Franco.
«El espacio está abierto«, sostiene la vicepresidenta, que cree que hay que abordar la «pue sta al día» de esta cuestión.
