Este martes, el Gobierno se descolgó con el anuncio de un ‘bono joven’ de 250 euros mensuales para facilitar el acceso de los jóvenes a la primera vivienda. En realidad, no fue el Gobierno entero, sino solo la parte socialista, ya que Pedro Sánchez se reservó el caramelo para él, y ocultó la medida a Unidas Podemos, no fuera a ser que lo rentabilizaran Yolanda Díaz e Ione Belarra. Y anteayer, Sánchez repitió regalo, esta vez anunciando una paga de 400 euros para los jóvenes que cumplan 18 años en 2022. Eso sí, solo para usar el dinero en promoción de la cultura.
Sin embargo, este lenguaje buenista y demagógico oculta la auténtica realidad: la juventud está empezando a dar la espalda a la izquierda, como lo hace el decepcionado mundo de la cultura, y se hace necesario improvisar medidas de voto cautivo. De compra de votos debidamente maquillada, en definitiva, como ocurrió antaño con el PER en Andalucía.
Lo de Sánchez empieza a ser caciquismo en busca de pucherazos propios con dinero ajeno.
Hoy, mientras vas a trabajar, recuerda que el Gobierno, con el dinero de tus impuestos, va a comprar 470.000 votos de jóvenes que cumplen 18 años regalándoles 400 euros para videojuegos.
