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El grave error de López y el ‘G4’ al validar la nueva farsa de Maduro

Este domingo 21 de noviembre se desarrollan en Venezuela unos comicios parlamentarios signados por la polémica, puesto que dentro de la propia oposición existen dos visiones contrapuestas sobre la participación en los mismos. Un sector –encabezado por Leopoldo López– sostiene que debe participarse aunque, como él mismo reconoce, el proceso electoral haya sido “convocado, organizado y controlado en todas sus partes por Maduro y la estructura de su dictadura». Para justificar este contradictorio planteamiento, López explicó en su cuenta de Twitter que «decidimos participar para luchar, para movilizar, para organizarnos y para llevar un mensaje de esperanza a todos los venezolanos».

Este «mensaje esperanza» –como lo describe el líder del partido Voluntad Popular– probablemente muera esta misma noche, cuando el organismo comicial controlado por el régimen de Maduro anuncie el triunfo de los candidatos bolivarianos. ¿Y cómo no iba a ser así, si el fraude será masivo, como bien lo sabe López?

El otro sector opositor –encarnado por María Corina Machado– plantea exactamente lo contrario. “Me reuní con la Misión Electoral (de la Unión Europea). Le llevamos toda la información que demuestra que en Venezuela no hay soberanía nacional y que más de la mitad del territorio está controlado por grupos criminales. Además de eso, hay seis millones de venezolanos que han huido, sumado a seis millones que están bajo el control de estos grupos; eso es medio país que no puede ejercer lo que quiere”, dijo Machado en EVTV Miami.

En consecuencia, la coordinadora nacional del partido VENTE, opina que se trata de «una farsa electoral y una elección de este tipo solo legitima al régimen y no ayuda en la salida ni cambio de gobierno«.

Paradójicamente, estas elecciones se realizan tres semanas luego de la visita a Venezuela del Fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, quien anunció desde Caracas la decisión de su oficina de abrir una investigación formal en contra del régimen de Maduro por crímenes de lesa humanidad.

A esta investigación –la primera en la historia de Iberoamérica– se suman las acusaciones criminales en contra de Nicolás Maduro por dirigir el Cartel de los Soles, poderosa organización narcotraficante, por lo cual Estados Unidos ofrece una recompensa de quince millones de dólares, la más alta en la historia de ese país. ¡Ni siquiera Osama Bin Laden tuvo una recompensa tan alta sobre su cabeza!

El expresidente de Colombia, Andrés Pastrana, fue enfático al afirmar: «Luego de la investigación de la Corte Penal Internacional contra Nicolás Maduro, no se explica que haya opositores avalando la farsa electoral del 21N. ¿Qué parte de delitos de lesa humanidad no entendieron?».

La Internacional Demócrata de Centro (IDC), presidida por el propio Pastrana, fue aún más dura al respecto de la farsa electoral en Venezuela. “No avalamos comicios manejados por la Narcodictadura y reo de la Corte Penal Internacional. Los problemas de Venezuela no se resuelven con elecciones amañadas, sino con la justicia internacional”, expresó en su cuenta oficial de Twitter.

Sin embargo, como siempre, sectores de la izquierda europea están dispuestos a blanquear las dictaduras castro-comunistas de Cuba y de Venezuela. Es el caso de Josep Borrel, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, quien ha insistido en enviar una misión de observación electoral a Caracas, a pesar de que su propio consejo de asesores le recomendase lo contrario.

En cuanto a José Luis Rodríguez Zapatero y Juan Carlos Monedero, quienes llegaron hace poco a Venezuela para “observar” los comicios de este domingo, no podríamos llamarlos representantes europeos, sino más bien agentes al servicio de la dictadura venezolana.

Lo cierto es que las cartas están echadas. Las elecciones parlamentarias están en pleno desarrollo. Y por mucho que Leopoldo López y sus aliados del denominado «G4» pretendan justificar su participación, los hechos demostrarán muy pronto que cometieron un grave error, el último de una cadena de equivocaciones, que incluyen varios escándalos de corrupción.

Pronto sabremos si el 21 de noviembre marcará el fin de un sector opositor, al que muchos llaman «colaboracionista«, y se abrirá la puerta a otro liderazgo opositor que –en lugar de participar en elecciones y en diálogos– busque salir de Maduro apelando a la Corte Penal Internacional y a la Convención de Palermo contra del Crimen Organizado.