Inicio Actualidad El mártir Rivadulla – La Gaceta de la Iberosfera

El mártir Rivadulla – La Gaceta de la Iberosfera

Estoy consternado. Los médicos me han desaconsejado viajar a Barcelona, Madrid y Valencia —por este orden—, para manifestarme a favor de la inmediata excarcelación del ilustre músico don Pablo Rivadulla, que ha ingresado en prisión por orden de una Justicia vengativa.

El Maestro Rivadulla había sido ya condenado y era reincidente, y por ello, sin mostrar caridad ni misericordia, los jueces han determinado su inmediato ingreso en chirona. Se refugió en la Universidad de Lérida, donde su papá fue presidente del club de fútbol local. Parece ser que durante su gestión desaparecieron los dineros, y el Lérida bajó a Segunda A, de ahí a Segunda B, y de segunda B, siempre con vocación de descenso, a Novena Z.

El Maestro Rivadulla, nada más ingresar en prisión, fue informado de que la Justicia le había condenado una vez más, ésta vez por amenazas de muerte. No es malo, pero sí algo impulsivo. Y claro, los que somos de Podemos, no podemos – y perdón por la redundancia-, quedarnos con los brazos cruzados.

Es horrible lo que pasa en España. Otegui tiene toda la razón. El maestro Rivadulla en la cárcel y Amancio Ortega en la libertad

He intentado por todos los medios obedecer a Iglesias y Echenique. He recogido durante mis paseos norteños, los mejores adoquines, piedras, ripios, y elementos contundentes. Pero enterados los médicos, me han prohibido formar parte de las manifestaciones pacíficas en pos de su liberación. Según la ciencia, que entre los niñatos de Barcelona, los niñatos de Madrid y los niñatos de Valencia, por razones de edad y agilidad menguada, no podría escapar de la Policía después de quemar motos, robar bolsos de Vuitton, pañuelos de Hermès, o chaquetas Teba de Bel y Compañía en el Paseo de Gracia. Sufro un deterioro en las corvas, que me obstaculiza la agilidad en la carrera. Y en los brazos, antaño fuertes y resistentes, me falta potencia para arrancar mobiliario urbano. Por otra parte, y como consecuencia de unas pastillas que me han recomendado para mantener en sus parámetros aceptables la tensión sanguínea, cada dos por tres tengo que hacer pis. Y claro, un manifestante que hace pis es de muy sencilla detención.

¿Cuál será la próxima ciudad? ¿Quizá Sevilla, o Bilbao, o Toledo? Toledo no lo estimo. Es una ciudad con muchas cuestas, y a los niñatos les da pereza el esfuerzo

Deploro no haber acudido a la llamada de Iglesias y Echenique, mis admirados maestros en guerrilla urbana. Lo que me ha extrañado es que la indignación espontánea de mis compañeros niñatos e hijos de papá de ideología comunista-podemita, no se haya puesto de acuerdo para estallar simultáneamente en todas las ciudades de España. Principió la indignación espontánea en Barcelona, de ahí a Madrid, y de Madrid a Valencia. Como si estuviera estratégicamente programada. ¿Cuál será la próxima ciudad? ¿Quizá Sevilla, o Bilbao, o Toledo? Toledo no lo estimo. Es una ciudad con muchas cuestas, y a los niñatos les da pereza el esfuerzo. Eso de quemar unas cuantas motos, o un contenedor de basura y tener que huir de la Policía subiendo cuestas, supone un esfuerzo monumental. En Toledo, para colmo, no hay tienda de Vuitton. Se me ha olvidado decir, que además del deterioro de las corvas, la flojedad de mis brazos y mi necesidad imperiosa de hacer pis, me duele una muela. Y en esas condiciones, amparándome en mis dos dedos de frente, no era recomendable mi presencia en las espontáneas manifestaciones, todas ellas pacíficas, de protesta. 

Menos mal que Pablo y Pablo le han exigido a Pedro que lo indulte, lo malo es que la nueva condena por amenazas de muerte puede entorpecer su reencuentro con su familia

Parece ser que hay más de cincuenta agentes del orden, entre Policías Nacionales y Mozos de Escuadra, heridos, y que los niñatos e hijos de papá se cebaron en Barcelona con una mujer que vestía el uniforme de los Mozos de Escuadra. Preguntada por esa brutalidad, que no comparto, la ministra de Igualdad ha condenado el hecho de esta justa manera. “Es indignante que los Mozos de Escuadra no se denominen Mozos y Mozas de Escuadra. Lo de la agresión es un asunto menor comparado con el agravio que padecen las mujeres policías de Cataluña”. Como saben ustedes, la compañera Iglesias, ministra de Igualdad, es lo que antaño se llamaba la barragana del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, que junto a Echenique el argentino y Errejón el Universitario, se consideran los inspiradores e impulsores de las manifestaciones pacíficas y espontáneas. 

Indignante que los Mozos de Escuadra no se llamen Mozos y Mozas de Escuadra. Y yo, con las corvas, los brazos sin fuerza, la necesidad de hacer pis y el dolor de muelas. Y en mi casa, en un saco, los adoquines, los ripios, las piedras y demás elementos pacíficos y espontáneos para acudir a protestar por lo mal que lo está pasando el poeta y músico Rivadulla en prisión. Menos mal que Pablo y Pablo le han exigido a Pedro que lo indulte, lo malo es que la nueva condena por amenazas de muerte puede entorpecer su reencuentro con su familia, su música y su poesía.

Es horrible lo que pasa en España. Otegui tiene toda la razón. El Maestro Rivadulla en la cárcel y Amancio Ortega en la libertad, soltando dinero para que sea más efectiva la lucha contra el Covid-19. Pero, ¿qué se ha creído ese tipo? Y para colmo, cien guardias civiles menos en la calle. Los ha enviado a Marlaska a proteger a Echenique, que eso sí hay que reconocerlo,  físicamente está bastante peor que yo.