El príncipe William parecía tener claro que su madre merecía una sonora bronca tras haber dado la entrevista que hizo estallar su matrimonio por los aires.
El príncipe William parecía tener claro que su madre merecía una sonora bronca tras haber dado la entrevista que hizo estallar su matrimonio por los aires. Fue en 1995 cuando una modosita Diana Spencer, harta de soportar la actitud de su marido, aclaraba en la BBC que su matrimonio era de tres y que la relación era de cara a la galería.
El Daily Mail publicaba hace unos días que durante la emisión del programa «William no dejaba de llorar. Incluso se quedó en el sofá con los ojos rojos. Diana supo qué estaba pasando y llamó a su casa, pero William se negó a coger el teléfono. No le gustaba que todo se comentase en televisión. Pensaba que sus amigos iban a burlarse de él. Pensó que ella le convertía en un idiota y que ella misma se hacía daño».
Cuando William volvió a Kensington Palace para ver a Diana estaba «encendido. Estaba furioso porque ella había hablado mal de su padre y porque había mencionado a Hewitt. Él empezó a gritar y a llorar cuando ella intentó abrazarle. Le empujó. Al día siguiente, le pidió perdón a su madre con un ramo de flores, pero Diana pensaba que se le había hecho un gran daño. De hecho, estaba convencido de que le odiaría toda su vida».
Harry y William recuerdan a Diana de forams distintas. Harry ha sido siempre más diplomático. De hecho, apostó por salirse de los Royals en enero del año pasado. William parece ser más equidistante, pero ahora se da cuenta de que su madre jugó un papel importante en la política de los Windsor hacia el final de su vida. De ti depende que conozcamos qué piensas al respecto de esta anécdota.
