El sondeo elaborado por el portal francés Cluster17 pronostica que en las elecciones catalanas del próximo 12 de mayo el PSC será el partido más votado, aunque con un resultado insuficiente para poder gobernar la Generalitat en solitario. La encuesta muestra que la formación de Salvador Illa obtendría entre 38 y 40 diputados, seguido de Junts con una horquilla de entre 32 y 34, ERC con 24 y 26 diputados, el PP con 12-14, la CUP con 9-11, Comuns/Sumar 5-6 y Aliança Catalana (AC) irrumpiría en el Parlament con tres diputados como máximo.
De ser así, del sondeo podemos obtener dos grandes conclusiones: la primera que el PSC tendría que pactar sí o sí, si quiere gobernar la Generalitat de Cataluña, la segunda, que cualquiera de los partidos independentistas que aspiran a proclamar a su candidato en calidad de presidente tendrían que unir fuerzas entre todos ellos. Es decir, Pere Aragonès (ERC) tendría que forjar una alianza con AC. Esquerra junto a la CUP ya hicieron público su veto a esta formación por estar muy distanciadas en términos ideológicos, como la cuestión inmigratoria.
La encuesta da la victoria a Salvador Illa, pero tendría que apoyarse en ERC y Comuns/Sumar para gobernar. Otra opción podría ser pactar directa y únicamente con Junts, liderados por el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, aunque un acuerdo con la formación independentista parece lejano.
Las principales preocupaciones
En el informe demoscópico de Llorente y Cuenca (LLYC) deja tres claves importantes. La primera es, según la opinión de las 1.264 personas encuestadas, que existe un enorme consenso sobre la necesidad de una buena convivencia entre Cataluña y España con el objetivo y la necesidad de que funcione bien la economía catalana.
En concreto un 80%, el mismo porcentaje de catalanes que no cree que Cataluña vaya a ser un estado independiente en un plazo de diez años. Opinión compartida por la mayoría de seguidores de los partidos, a excepción de los de Junts.
Otro punto importante es la inmigración. Resulta especialmente divisiva en Cataluña, un 56% de los electores rechazan que se promueva la llegada de inmigrantes para compensar la reducción de la población por razones demográficas. Una idea que procede sobre todo del electorado de derecha y centro, aunque también de algunos de izquierdas y de los partidos independentistas.
Según el análisis de LLYC, «hay un amplio consenso en la sociedad catalana a favor del mantenimiento de los servicios
públicos frente a la opción de que se rebajen los impuestos, con solo los electores situados más a la derecha manteniendo la opinión contraria».
Una mayoría, no tan amplia, pero también considerable; de la sociedad catalana comparte la opinión de que los impuestos que pagan los catalanes al Estado no revierten de forma justa en Cataluña.
