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España cierra con dos medallas una jornada que esperaba mejor

Orlando Ortega, tras ganar el bronce.

Dos de tres. El atletismo español parece perder una sábana en cada colada, pero sigue adelante, pese a todo. La jornada de este viernes estaba marcada en rojo en el calendario de los Campeonatos de Europa de Berlín. Había tres oportunidades claras de medalla y el equipo español solo aprovechó dos. Óscar Husillos, el campeón mundial de 400 metros en pista cubierta, descalificado después por pisar la calle anterior, acumuló otra «espinita» en su historial al caer hasta la sexta plaza en su primera gran final al aire libre. Desaprovechó una ocasión, si no de oro, sí al menos de plata o de bronce, cosa que no hicieron dos de sus compañeros. Orlando Ortega, el subcampeón olímpico de 110 metros vallas, se mantuvo en el podio con un bronce, y Ana Peleteiro, tercera ya hace cinco meses en los Mundiales ‘indoor’ de Birmingham, reiteró bronce con una buena final y un último intento de 14,44 metros con el que quedó a solamente un centímetro de la plata.

España, que llegó hace casi una semana al monumental Estadio Olímpico de Berlín con el objetivo de llegar a la decena de medallas, está a seis de esa ambiciosa meta. La jornada de este sábado será de nuevo decisiva para comprobar si esa es una posibilidad factible o un sueño motivado por la nueva generación de atletas que están sembrando de brotes verdes el atletismo español. Todavía falta un poco, sin embargo, para alcanzar la excelencia.

A casi un segundo de su marca

Lo comprobó Husillos en su propia piel. El palentino de Astudillo llegaba con la segunda mejor marca del año en la vuelta a la pista (44.73 segundos) y con la ambición intacta. Había repasado muchas veces el vídeo de la descalificación de Birmingham por la manera como había «destrozado» a sus rivales. Tenía confianza, pero le faltó el oficio que sí demostraron los veteranos hermanos belgas Kevin y Jonathan Borlée, que le birlaron las dos últimas plazas de podio, encabezado por el británico Matthew Hudson-Smith con 44.78. Una marca al alcance de Husillos, que sin embargo clavó en la última recta y quedó a casi un segundo de su marca de hace apenas un mes. Sus 45.61 le relegaron a la sexta plaza.

«Venía con muchas esperanzas, y me quedo con la espinita de no haber conseguido un objetivo un poco más grande», lamentó Husillos, que remitió sin embargo al relevo 4×400 de este sábado (21.30 h.), donde con el refuerzo de Bruno Hortelano –otro ilustre medio derrotado, en su caso al ser cuarto en 200- el equipo quiere aspirar de nuevo al podio.

Orlando, un escalón por debajo

Orlando Ortega también se quedó un escalón por debajo de lo que él mismo esperaba. «No era exactamente lo que esperaba, quería luchar por el oro», dijo el vallista nacido en Artemisa (Cuba) hace 27 años, tras arañar casi de milagro un bronce que peligró por su tropezón en la primera valla que le desequilibró para afrontar el resto de la carrera, que enmendó en el llano final al superar in extremis al polaco Damian Czykier (cuarto, con 13.38). Pero Ortega, que había llegado a Berlín con la segunda mejor marca continental (13.17), ya había visto partir muy por delante al francés Pascal Martinot-Lagarde y al campeón mundial, el ruso Sergei Shubenkov, que llegaron con la misma marca (13.17), pero oro para el francés. El hispanocubano cerró el crono en 13.34 casi dos años después de haber dado a España la plata olímpica en Río 2016 y casi tres después de haber obtenido la nacionalidad española.

Desparpajo de la más joven

Ana Peleteiro, la más joven de los tres aspirantes al podio en la jornada (22 años), fue la que mejor compitió, mostrando el desparpajo de esa nueva generación que promete. La gallega comenzó la final de triple a lo grande, con un intento de 14,42 que la situó segunda tras la primera ronda, solo por detrás de la alemana Kristin Gierisch, que hizo el mejor salto de su vida (14,45). Hasta el final, solo la griega Paraskeví Papahristou se añadió a la fiesta, situando, inalcanzable, el oro en 14,60. En el último salto, Peleteiro aún mejoró un poco (14,44), quedando a un solo centímetro de la plata, que habría arrebatado a Gierisch en el desempate por segundo mejor intento.

«Soy feliz, lo he hecho muy bien pero me ha faltado este ‘pelín’. Hace dos años vi el Europeo por televisión, llorando en casa, y ahora esta medalla solo me da ganas de continuar saltando. Si tengo salud, lo demás lo voy a poner yo al 100%, lo prometo aquí a toda España», dijo la magnífica triplista gallega a TVE.