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España intenta evitar que Barcelona se quede sin la agencia europea del medicamento

Técnicamente la candidatura de Barcelona a la sede de la Agencia Europea del Medicamento (EMA en inglés), que deberá abandonar Londres tras el brexit, no tiene reproches y cumple con todos los criterios. Políticamente, sin embargo, el ‘procés‘ ha terminado por hacer mella en sus opciones y este lunes llega a la batalla final descolocada y lejos de los puestos de cabeza que ocupan Bratislava, Milán o Amsterdam. La decisión la tomarán esta tarde los 27 a través de un complicado sistema de votación que augura incertidumbre hasta el final. España no da la batalla por perdida y confía en dar la sorpresa.

De hecho, será la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, quien representará a España durante la votación, que tendrá lugar en el Consejo de Asuntos Generales entre las 17.00 y las 18.00 horas. Una presencia –habitualmente participan los ministros o secretarios de estado de asuntos europeos- que muestra que el Gobierno de Mariano Rajoy no se da por vencido, pese a los malos augurios que arrastra Barcelona, y que dará batalla hasta el final. Industria farmacéutica, universidades y hospitales ganarían capacidad de influencia.

En la últimas semana se han intensificado los contactos diplomáticos. El pasado viernes el presidente español se reunió en la cumbre de Gotemburgo con su homólogo belga, Charles Michel, para hablar de un posible intercambio de ‘cromos’ (puestos) y Montserrat llegará este mediodía a la sede del Consejo dispuesta a echar el resto en las horas previas a la cita.

16 candidatos y 3 abandonos

Por la sede de la EMA, una de las agencias de la UE más importantes por su potencial económico, se enfrentan esta tarde 16 ciudades. En el bombo además de Barcelona figuran Milán, Bratislava, Amsterdam, Copenhague, Sofía, Bonn, Bucarest, Oporto, Helsinki, Estocolmo, Viena, Varsovia, Atenas, Lille y Bruselas. Dublín, Malta y Zagreb se han retirado a última hora de la carrera

Al contrario que la capital catalana no todas cumplen con los criterios técnicos requeridos. Sin ir más lejos la gran favorita Bratislava, que carece incluso de agencia nacional del medicamento. Pero la capital eslovaca tiene un as en la manga de peso que puede hacer tornar la balanza hacia su candidatura: los países del Este apenas cuentas con agencias europeas y defienden que ha llegado el momento de recibir este reconocimiento.

Junto a ella, auguran los expertos, también cuentan con posibilidades Milán o Amsterdam. La candidatura de Barcelona, mientras tanto, se ha desinflado en las últimas semanas al albur del referéndum independentista del pasado 1 de octubre y de la declaración unilateral de independencia posterior. Aunque las tres administraciones implicadas –Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona- hicieron el pasado18 de octubre frente común en Bruselas a favor de la candidatura, en una presentación oficial que tuvo lugar en la Representación de España ante la UE, en Bruselas resulta inconcebible apostar por una región que quiere abandonar el club.

Voto secreto e incierto

El sistema de votación previsto, que será secreto y muy táctico, augura mucha incertidumbre hasta el final. Cada Estado miembro –todos salvo Reino Unido- contará con seis votos: tres para la candidatura favorita, dos para la segunda y uno para la tercera. En esa primera ronda los pueden votarse a sí mismos. Si una candidatura obtiene en la primera vuelta tres votos de 14 países será proclamada vencedora. Algo difícil dado que lo más probable es que los 16 candidatos opten por dar el máximo de puntos posible a sus candidaturas. Esta primera ronda, de la qe surgirán nueve opciones, podría ser utilizada además como filtro para intentar sacar del ring a algunos de los competidores con más potencial.

En caso de que no haya vencedor en la primera ronda, las tres opciones con más votos (o más si hay empate) pasarían a una segunda votación bajo las mismas premisas. Si una obtiene el apoyo de 14 países será la ganadora. De lo contrario, habrá que ir a una tercera ronda donde se enfrentarán las dos con más puntos. Cada país tendrá un voto. En caso de empate, será la presidencia estonia de la UE la que deba ejercer de árbitro con una especie de sorteo.

La Autoridad Bancaria Europea

Los Estados miembros podrán abstenerse durante las distintas rondas y habrá descansos de treinta minutos entre votación y votación para dar margen y tiempo a las negociaciones de último minuto entre las capitales. Además de la EMA los 27 también deberán elegir la nueva sede de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) por la que compiten Frankfurt, París, Varsovia, Praga, Viena, Luxemburgo, Dublín y Bruselas, por lo que el intercambio de cromos puede ser un factor determinante y favorecer los pactos entre distintos grupos de países. Las papeletas con los votos serán destruidas tras la votación y la presidencia estonia solo anunciará al ganador final.