Para el entorno más radical del separatismo, las cesiones de Pedro Sánchez a Carles Puigdemont les parecen poco. Sánchez le ha entregado el compromiso de una amnistía total, del reconocimiento de Cataluña como nación, del avance hacia un cupo fiscal, de la apertura de las posibilidades de un referéndum separatista, de más de 15.000 millones de euros anuales, de la deuda histórica. Pero el separatismo más ultra radical quiere más y presiona a Carles Puigdemont desde sectores de las dos principales asociaciones separatistas —Òmnium y ANC—. El mensaje que corre estos días en redes desde estos sectores es claro: «No al pacto de Estado. Llamamiento a la movilización por la autodeterminación y la independencia«.
El texto divulgado por estos sectores afirma que ante el acuerdo entre PSOE, Sumar, ERC y Junts, quieren mostrar su oposición «a ese pacto de Estado que quiere pacificar y desmovilizar el independentismo y hacemos un llamamiento a la movilización por la autodeterminación y la independencia». Para ellos, la única salida es la declaración unilateral de independencia y un nuevo golpe separatista ya.
Han lazando, de hecho, hasta un formulario para mostrar su fuerza: «Abrimos este formulario para recoger adhesiones tanto colectivas (de organizaciones nacionales, sectoriales y locales) como individuales». «Y animamos a organizar concentraciones frente a los ayuntamientos de los Países Catalanes el mismo día de la investidura para mostrar el rechazo a este pacto contra la autodeterminación».
El manifiesto explica que, «al contrario de lo que anuncian, el pacto recién anunciado no es un pacto para avanzar en el reconocimiento de los derechos como nación del pueblo catalán, sino que es un pacto de estado que quiere dar una estocada final al movimiento independentista que tuvo como punto más álgido el referendo del 1 de octubre de 2017″.
Para ellos, el acuerdo significa «la renuncia tácita en el ejercicio del derecho de autodeterminación y de la independencia«. «La concesión de la Amnistía, el permiso a hablar catalán en el Congreso de los Diputados Español y en el Parlamento Europeo, el reconocimiento como minoría nacional, el traspaso del cercanías y la disminución de la deuda autonómica, es un precio muy barato para el Estado español, cuando la contrapartida es que los mismos partidos que han conducido el proceso hasta el punto actual ahora entierren en las próximas décadas las aspiraciones y la movilización de autodeterminación y de independencia de la sociedad catalana», añaden. Acusan a Junts y ERC de utilizar «el 1 de octubre de forma partidista en su carrera para convertirse en los partidos dirigentes de una nueva Cataluña autonómica cada vez más dependiente del Estado y más vacía de ningún tipo de soberanía real».
«Este es un pacto que servirá para relegitimar y reforzar el régimen. Para realizar una segunda transición reproduciendo los peajes y la democracia devaluada del régimen del 78 y consolidando el estado neoliberal y patriarcal que sufrimos las clases populares», señalan.
Y, por todo ello, piden «articular un movimiento popular de resistencia para continuar con la lucha por la independencia. Llamamos a la movilización popular para mostrar el rechazo a ese pacto contra la autodeterminación. ¡Independencia, socialismo, feminismo, Países Catalanes!», concluyen.