Bildu ha exigido a Pedro Sánchez minutos antes de la votación de investidura, y como condición insalvable para dar y mantener el apoyo al PSOE en la Moncloa todo un cheque en blanco a mayor gloria de la ruptura de España y el orden constitucional. El «pacto encapuchado«, como ya le ha llamado Feijóo a ese acuerdo incluye puntos como «el derecho a decidir«, la aceptación del polémico e inconstitucional lawfare por pretendidas «torturas» de la policía a etarras y «Euskal Herria nación». Sánchez entregó ayer el enésimo cheque en blanco a los proetarras. Lo hizo para asegurar que está dispuesto a hablar y negociar todos los puntos exigidos por Bildu, el partido del condenado por pertenencia a banda terrorista, Arnaldo Otegi. Y esos puntos son los siguientes.
Para empezar, en materia de «soberanía», la «plurinacionalidad y derecho a decidir». Es decir, según las propias palabras de Bildu, «el reconocimiento de Euskal Herria como nación, el reconocimiento a decidir como mecanismo democrático para dicha solución, basada en la voluntad y decisión de la ciudadanía vasca«. Además, Sánchez se ha comprometido a negociar «el respeto tanto del Gobierno español como de sus instituciones a los acuerdos y propuestas políticas que alcancen las fuerzas políticas en los correspondientes parlamentos de Vitoria y Pamplona, siempre y cuando estas sean ratificadas por nuestra ciudadanía». Otro de los puntos inconstitucionales pasa por «exigir el respeto absoluto a nuestra lengua, el euskera, en todos los ámbitos y aspectos de la vida pública y social». Lengua que exigen incluso para otra comunidad autónoma como es la navarra. »Exigir la transferencia de todas las competencias pendientes contempladas en el Estatuto Vasco y el Amejoramiento Navarro, así como nuevos instrumentos para ensanchar nuestras capacidades de autogobierno, priorizando las materias de contenido social y económico como herramientas para la mejora de las condiciones de vida de la ciudadanía y nuestro tejido socio-económico», señala otro de los puntos de las exigencias de los proetarras.
En otro orden de cosas, las premisas de los de Otegi coinciden con las del resto de socios de Sánchez. En materia de feminismo reclaman «defender todos los avance feministas conseguidos y trabajar por conquistar nuevos derechos». En «LGTBIQ+: apoyar los medios necesarios para acabar con la ola reaccionaria que amenaza los derechos y las vidas de las personas del colectivo y su entorno. Combatir discursos y delitos de odio, agresiones y ataques».
En «migración: derogar la Ley de Extranjería, sustituyéndola por una nueva legislación que respete los derechos humanos». Reapertura de los pasos por Irún y el fin de las devoluciones en caliente. «Proponer la Ley Integral contra el Racismo y todas las formas de discriminación. Plantear la derogación de la Ley Mordaza para acabar con todas sus medidas contrarias a la libertad de expresión y los derechos y libertades, que el Gobierno español se negó a modificar». Y, en tema de Memoria Democrática, ampliar la ley «para incluir en la misma garantías de reconocimiento, justicia y reparación para todas las víctimas de todas las fases históricas que aún siguen sin ser reconocidas. Acabar con la Ley de Secretos Oficiales para asegurar una legislación que asegure claridad, accesibilidad, información y protección de los derecho individuales».