Inicio Actualidad Estos dos canallas le están dando oxígeno a Pedro Sánchez

Estos dos canallas le están dando oxígeno a Pedro Sánchez

Fran Hervías y Teodoro García Egea.

Algún barón debería plantarse ante Pablo Casado y advertirle que los ardides contra Ayuso de Teodoro García Egea son el camino más corto para la defunción política del líder del PP. Hay que vivir en una realidad paralela para alcanzar a creer que un PP sin Ayuso tiene la más mínima opción de regresar a la Moncloa. Hay que ser tonto de baba para imaginarse un PP ganador con Casado y sus cuatro mariachis (Egea, Gamarra, Montesinos y el despreciable Hervías, resuelto a implosionar al PP como ya antes implosionó a Ciudadanos). Ayuso, entre tanto, se crece con esta campaña en su contra y aumenta el apoyo de los militantes y potenciales votantes. Mientras disminuyen los apoyos a Casado. Para hacérselo mirar.

Moreno Bonilla tampoco se libra de las actitudes maniobreras de Hervías y Egea. Cuenta el analista Rafa Latorre que en un cajón dormitaba desde junio una grabación en la que el vicepresidente andaluz, Juan Marín, asegura que no le interesa aprobar unos Presupuestos autonómicos en año electoral. Desde junio. Si hoy usted ha escuchado eso de su voz es porque alguien considera que ha llegado el momento propicio. Nadie en el Gobierno de Andalucía duda de que fue Fran Hervías quien lo filtró y que su objetivo es reventar desde el exterior una negociación de los presupuestos que se prometía exitosa.

Hervías es un hombre al servicio particular de Teodoro García Egea y, en un enloquecido exceso de voluntarismo, ha  decidido actuar por libre.

Esta fechoría solo puede resolverse de una de estas dos maneras: O cae Fran Hervías o cae Teodoro García Egea, no debería haber otra opción. O Teodoro demuestra o escenifica o al menos finge que no tiene nada que ver con la maniobra suicida del liquidador que él mismo fichó —precisamente para desestabilizar a Ciudadanos— o tendrá que asumir la responsabilidad por el desleal despropósito.

Lo cierto es que Génova está consiguiendo el milagro de poner de acuerdo un club tan ecléctico como el de los barones populares. Así no puede dirigirse un partido. Pablo Casado debe entender que sólo una victoria puede darle el dominio que desea sobre el PP. Y al paso que lleva el PP va a acabar como Ciudadanos.

Lo peor que le puede estar ocurriendo al PP es que su futuro esté en manos de dos canallas como Hervías y Teodoro. Al final el murciano va a darle la razón a Carlos III cuando decidió limitar las incorporaciones a su ejército. Y Casado mirándose el ombligo al margen de los votantes.

A estas alturas no hay duda de que el comportamiento contra Ayuso es algo más propio del diván de un psiquiatra que de la actividad parlamentaria. Los protagonistas de esta campaña repugnante deberían sentirse avergonzados. Eso si los habitantes de Génova 13 tuvieran, no ya vergüenza, un poco de inteligencia valdría.

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