Inicio Actualidad Godzilla vs. Kong: la película que deja satisfechos a los dos «teams»

Godzilla vs. Kong: la película que deja satisfechos a los dos «teams»

MD.- Hay que hacer un esfuerzo para dejarse convencer por un argumento medio tirado de los pelos si se quiere disfrutar la película. Si ya mezclar personajes humanos con cualquiera de los dos titanes en una trama digerible es un tanto complicado, hacerlo con ellos es más difícil. O más fácil, quizás. Si podemos concebir la existencia del descomunal gorila, cuya mejor amiga es una niña muda más pequeña que su uña, podemos comprar que tiene un enemigo acuático con forma de dinosaurio y aliento atómico. Aunque suene extraño, tanto el mono como el gran lagarto destructor tienen fanáticos. Adultos y racionales. Pero fanáticos al fin. Godzilla vs. Kong parece haber dejado contentos a ambos lados de esta insólita grieta.

Debo reconocer pensaba que lo de los “teams” no era demasiado en serio. Tengo una amiga del bando de Godzilla que nos aburrió a todos en redes sociales con su arenga en favor del bicho japonés en la larga espera del largometraje. Pero parece que la cosa no es chiste. O así se lo toman los fans de ambos teams. Apenas terminó la película, vi que un joven sentado a unas “burbujas” de distancia había quebrado en llanto para el momento de los títulos.

Me acerqué para ver si necesitaba algo, con lógica preocupación, pensando que había recibido la noticia de alguna tragedia al momento de mirar el teléfono tras el film. Pero cuando estuve a poco más de un metro me enteré lo que pasaba. “Pensé que habían matado a King Kong”, dijo entre lágrimas haciendo referencia a una de las tantas caídas del mono. “Grande y boludo”, no pude contener en voz alta detrás del barbijo, en una frase que me legó mi padre y que comencé a escuchar luego de mi adolescencia en algunas merecidas situaciones. En fin, cada loco con su tema.

Si tiene algún mérito la historia es el cierre con moñito. Debo reconocer que, probablemente frustrado por el final de Freddy vs. Jason (sagas de las que sí soy fan…si, ya se, grande y boludo) esperaba un final ambiguo. Algo abierto e inconcluso, ya que no veía posible que uno mate, o al menos le gane al otro de manera inapelable. Sin caer en spoilers podemos adelantar que no hay nada de eso y que los realizadores le encontraron la vuelta. La película no deja al espectador indignado preguntándose cuando saldrá la secuela obligada, como sí ocurrió con algunos antecedentes de los titanes en cuestión que se cruzaron en el primer gran estreno del año.

Ese final es por lejos lo mejor de la película. La trama por momentos, con sus rebuscadas vueltas y predecibles situaciones, se hace larga. No hay tiempo para meterse demasiado con las historias de los personajes “personas”. Las dos estrellas son los únicos platos fuertes, por lo que lo demás es bastante secundario. Al menos esto nos libró de la clásica historia de amor forzada de la amenaza apocalíptica que sufre la humanidad en estas producciones pochocleras.

Los efectos especiales digitales de la producción son óptimos, lo que ayuda mucho a compenetrarse con el insólito argumento. Con estas herramientas excepcionales disponibles, los lanzamientos más humildes como Estación Zombie 2, estrenada el año pasado, deberían repensarse. O se hace bien o no se hace. Y en este sentido, Godzilla vs. Kong no defrauda y sigue levantando la vara.

Recomendable para pasar un buen rato. Solamente hay que lidiar con ciertos lugares comunes del progresismo actual y sus clichés, como la peligrosidad de malvadas corporaciones y el ser humano como amenaza. Más allá de eso, no hay condimentos demasiado politizados e ideologizados que arruinen la película como ocurrió recientemente con la última “Terminator políticamente correcta”, o la inefable Avatar de hace unos años.