Superado el escollo que suponía la construcción del Cuarto Cinturón (B-40), asumida finalmente por ERC para satisfacer una de las condiciones del PSC, el Govern de Pere Aragonès y los socialistas catalanes ultiman ya un acuerdo sobre los presupuestos de la Generalidad para 2023, entre reproches de JxCat.
Lo que hasta mediados de la semana pasada parecía una negociación a punto de descarrilar -principalmente por el desacuerdo en torno a la B-40- ha evolucionado de forma muy distinta desde que el pasado jueves Aragonès cedió a las exigencias del PSC y aceptó impulsar esta infraestructura viaria en la zona del Vallès.
Desde las nueve de la mañana de este lunes, negociadores del Govern y del PSC han mantenido una reunión que se ha alargado hasta cerca de las 13h y que ha servido para abordar los flecos de un acuerdo que, ahora sí, ambas partes ven próximo y factible.
Por la tarde, desde las 16h hasta las 18h, los negociadores del Govern y del PSC han vuelto a verse en el Palacio de la Generalidad y, según fuentes de ambas partes consultadas por EFE, siguen «avanzando», aunque el acuerdo podría hacerse esperar aún unos días.
Las conselleras Laura Vilagrà (Presidencia) y Natàlia Mas (Economía) han encabezado el equipo del Govern, junto a sus secretarios generales; por parte de los socialistas, su delegación ha estado liderada por Alícia Romero, portavoz del PSC en el Parlament, junto al diputado Jordi Riba y otros perfiles técnicos. Este martes continuarán las reuniones para cerrar los últimos flecos, pero el clima entre ambas partes ya es de preparación para el escenario del acuerdo.
Fuentes del Govern destacan el «cambio de actitud» del PSC y aplauden su predisposición más positiva, como ya se desprendía de las declaraciones del pasado sábado del primer secretario del PSC, Salvador Illa, que aplaudió el «paso importante» que supone la aceptación por parte de ERC de la B-40, si bien insistió en que todavía quedan «flecos que no son menores».
Fuentes del PSC reconocen que quedan aspectos por cerrar, relativas a la ampliación del aeropuerto de Barcelona, que el Centro de Estudios de Opinión (CEO) pase a depender del Parlamento catalán o que se frene la apertura de delegaciones de la Generalitat en el exterior.
Si a lo largo de la semana se lograra cerrar un acuerdo presupuestario, fuentes del ejecutivo catalán apuntan que en cualquier momento podría convocarse una reunión extraordinaria del Govern para aprobar el proyecto y no demorar así su tramitación parlamentaria, puesto que desde entonces se abriría un periodo aproximado de un mes hasta su aprobación definitiva.
Por su parte, el vicepresidente y portavoz de JxCat, Josep Rius, ha acusado a ERC de «priorizar» pactos con el PSC y ha advertido de que, si se consuma ese acuerdo presupuestario, los republicanos demostrarán que han «abrazado el autonomismo de una manera definitiva».
