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Grande-Marlaska dice que no dimite porque está para “devolver la dignidad al Ministerio”

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se agarra al cargo e insiste en que no tiene «ninguna intención» de dimitir y recuerda a los que se lo han pedido, PP y VOX, que su tarea al frente del departamento es «cumplir estrictamente la ley» y «devolver la dignidad al Ministerio».

Estos dos partidos le han instado a que dimita «por un mínimo de decencia» tras la sentencia de la Audiencia Nacional por el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, pero Marlaska : «Este ministro, ahora y antes de ser ministro, y este Gobierno hacen cumplir estrictamente la ley y lo estamos haciendo, devolver la dignidad al ministro del Interior».

Como apuntara este martes en el Senado, se trata de una destitución que el titular de Interior ha vuelto a justificar como «legal, ponderada y justa», antes de recordar que la decisión judicial «no es firme» y, por tanto, hay que esperar a que haya sentencia firme.

En su turno de pregunta, la diputada del PP Ana Vázquez era clara: «¿Por qué no ha dimitido todavía?». Arrogante, el otrora juez ha contestado que no tenía intención y que además no creía que pudieran tener los votos suficientes para conseguirlo.

La diputada del PP ha considerado que la sentencia es tan contundente como bochornosa para Marlaska y ha agregado que la justicia le ha dado un «varapalo ejemplar», a la vez que le ha espetado al ministro que no tiene autoridad moral para seguir al frente de las fuerzas de seguridad: «No es que no esté quemado, está abrasado, es un cadáver político que representa la degradación del gobierno de Sánchez. No se arrastre más, si le queda algo de decencia, un resquicio de dignidad dimita».

Hacía la misma pregunta el parlamentario de VOX Ignacio Gil Lázaro y con la misma soberbía respondía que si dimitiera éste no tendría «ninguna razón para madrugar los miércoles» y emplear dos minutos de proferir falsedades en la cámara baja.

El diputado le ha calificado de falaz, sectario, cobarde e indigno y le ha afeado que siga mintiendo para tratar de protegerse engañando a los españoles, a la vez que le ha acusado de crear una policía política al servicio del Gobierno y de haber aceptado hacer el «sucio papel de convertirse en el tonto útil del chantaje de Bildu»: «Si tuviera un mínimo de decencia y honor hubiera dimitido ya, antes de que un tribunal se lo imponga».