Inicio Actualidad Hasta para matar a sus hijas fue cobarde el infanticida de Tenerife

Hasta para matar a sus hijas fue cobarde el infanticida de Tenerife

AD.- Que los parricidas son monstruos que nacen para matar y buscan un entorno que, por su cobardía, les ayude a ello está más que demostrado científicamente. No sienten ningún tipo de remordimiento, en definitiva, cuando cometen tal barbaridad, saben que dejan sufriendo de por vida a quienes contradijeron ciertas actuaciones de su vida.

Los infanticidas tienen una actividad muy reducida del córtex prefrontal o parte del cerebro que controla los impulsos emocionales y una sobre activación de la amígdala cerebral, la zona generadora de emociones estimuladas por hábitos contraproducentes en el ser humano, como puede ser la ingesta masiva de drogas de cualquier tipo -no suelen ser drogadictos al uso- que le mitifiquen por un acto delictivo, delinquir sin necesidad y desequilibrio de la enzima MAOA que regula los niveles de neurotransmisores involucrados en el control de los impulsos. Todas estas características y la falta de coordinación entre la policía y los doctos en Salud Mental hace que cada vez con más frecuencia quedemos consternados ante actos como el de Tomás Gimeno, Tomás Bretón, etc. Por cierto, a este último, el Gobierno, la política ya le premia con permisos como premio por haber matado a sus hijos y de inmediato le concederán la condicional o libertad total. Cuando el departamento de Psiquiatría de Instituciones Penitenciarias advierten que hará tanto de igual o lo mismo que hizo con sus hijos. Con que solo vea a alguien de su entorno feliz y disfrutar de sus hijos, ya se le altera la enzima MAOA

Eso quiere decir que los homicidas nacen y se hacen al mismo tiempo.

Tomás Gimeno desapareció junto a sus hijas, Anna y Olivia, de 1 y 6 años, después de que no las entregara a su madre en el horario que habían acordado tras su separación.

No es producente relatar lo poco que sabemos de dicho parricidio. Cuando ocurre un suceso luctuoso, como el infanticidio de Tenerife, hay quien aprovecha el dolor de las víctimas y sus familias para ganar lectores. Los buitres mediáticos, siempre utilizan la misma táctica: apelan al interés de los ciudadanos por la información de ‘sucesos’ para justificar su actitud carroñera y su afán por hacer negocio. No es nuestro caso, sí el de describir con ayuda del doctor Raine a dichos infanticidas. Puede que consiga que haya más coordinación entre Policía y Psiquiatría. En todas las separaciones debe ser obligatorio que ambas partes pasen por un análisis psiquiátrico y seguro que Olivia, Anna, Ruth y José estarían entre nosotros.