Inicio Actualidad Hay más familias que la tradicional

Hay más familias que la tradicional

Hemos crecido con la idea de la princesa rescatada por un apuesto príncipe que vivían felices y comían perdices.

Y cada vez más, a más tipos de familias que la tradicional, monomarentales, monoparentales, homosexuales y las familias enlazadas, entre otras.

¿Qué es una familia enlazada?

Es cuando una de las partes, o las dos, aportan hijos de una relación anterior a esta nueva familia. Además, después, puede darse que tengan hijos en común.

Crear una nueva familia es muy ilusionante y, a su vez, puede causarnos mucho estrés e incertidumbre: cómo lo llevarán los niños, la adaptación entre todos los miembros de cada familia, etc.

Cuando conoces a una persona, te interesa como pareja, piensas en un futuro con ella y de repente te cuenta que tiene hijos de una relación anterior, sientes un chasco. Por supuesto es más complicado que empezar una relación desde cero sin hijos de por medio, pero será todo lo difícil o lo fácil que vosotros queráis.

Nuestras creencias y nuestra forma de actuar y de pensar está mucho más influenciada de lo que pensamos. No sólo nuestros padres influyen en la creación de nuestra lógica privada, también forma parte cualquier familiar o mismamente el profesorado, personas que tengan contacto estrecho con nosotros en nuestra niñez. Y por supuesto, también lo que vemos en la tele o, sobre todo en estas últimas generaciones, lo que vemos en internet.

Y ¿por qué digo esto? Porque nos han vendido el ideal de familia feliz y unida que, por supuesto las hay pero que si, por un casual, esta familia se rompía por la pérdida de alguno de los progenitores o por un divorcio, esto es ya un poco más moderno, volver a formar una familia iba a ser difícil y doloroso para las criaturas ya que la madrastra o padrastro, trataría mal a nuestros hijos.

Parece de lógica que nos influya el qué dirán, las opiniones externas de personas que ni conocemos o de nuestra familia o amigos. Pero nos paramos poco a pensar en los prejuicios que ya tenemos dentro de nuestra cabeza cuando somos nosotros quienes formamos parte de esta familia enlazada.

Por suerte, cada vez está más normalizado que haya diferentes tipos de familias y la familia enlazada es una de las más habituales. No es fácil ni bucólico, pero es posible ser felices si nos quitamos estas creencias de encima y ponemos cabeza y corazón en la creación de esta nueva familia.

Hay relaciones con las exparejas buenísimas y otras que no lo son tanto, la claridad entre tu pareja y tú será la clave. Explicar qué te ha podido sentar mal sobre x comportamiento con su expareja, empatizar, y tratar de llegar a acuerdos es fundamental.

Yo no soy madrastra, el padrastro es mi marido y trato de ponerme en su situación, de ver que necesidades no tiene cubiertas o qué puede molestarle de un comportamiento concreto que yo tenga con mi primer hijo o incluso con mi ex pareja.

Ser padres viene, de por sí, con una presión autoimpuesta, y si además le sumamos que cuando formas tu familia tu pareja aporta hijos de una relación anterior, esa presión puede ser aún mayor. Caemos fácilmente en la comparación, en el “claro, como no es hija tuya…” o no comprendemos que nuestra pareja puede querer a nuestro hijo de una manera muy diferente a la que nosotras lo hacemos y no pasa nada.

Hoy os hablaré de 5 claves que os ayudarán tanto si sois familia enlazada como si no.

Esta pregunta es muy importante tenerla clara una misma y después, por supuesto, trasladárselo a la persona interesada. Piensa si te gustaría que tu pareja forme parte de la educación de tu hijo o si tú serás quien tome las decisiones y él o ella te seguirá en lo que decidas.

Recuerda que el papel correcto será en el que ambas partes estéis a gusto, cada persona y cada familia es un mundo y es una decisión sólo vuestra.

  • COMUNICACIÓN: ¿Tenéis una buena comunicación en casa?

La mayor parte de los problemas viene con los malos entendidos, con sentimientos y pensamientos no expresados y, por supuesto, con las formas en las que los decimos. ¿Sabías que cuando alguien tiene un tono de voz un poco elevado o su comunicación no verbal es agresiva se activa nuestro cerebro más primario, el que nos mantiene a salvo? Si te sientes atacado, tu parte del cerebro que piensa racionalmente está desconectada por lo tanto todo lo que escuches lo tomarás como un ataque y sólo podrás: atacar y defenderte, huir o bloquearte y no podrás escuchar ni decidir nada con claridad.

  • EMPATÍA: que palabra tan bonita y qué difícil ponerla en práctica. La empatía tenemos que tomarla con curiosidad de querer saber cómo la otra persona puede estar viviendo este momento desde su perspectiva real. Dale su espacio para poder expresarse y escucha desde la atención plena para poder entender lo que siente, si sólo estás pensando en tu propia respuesta será muy difícil ponerte en su lugar.
  • PERTENENCIA: Puede ser que hayas oído que los niños necesitan sentir pertenencia para sentirse queridos, seguros y significativos. Cuando somos adultos también lo necesitamos. Por eso, revisa si tu pareja pudiera estar sintiéndose fuera del equipo que haces con tus hijos e involúcrala. Y si tienes dudas, ¡pregunta! Eso siempre funciona. Evita las comparaciones entre hijos biológicos y no biológicos no llevan a ninguna parte.
  • COMPRENSIÓN: Tu pareja puede pensar diferente a ti en cuanto a educación se refiere, habladlo e intentad llegar a un acuerdo en el que ambas partes estéis seguras y tranquilas. Además, puede estar sintiendo que todo lo que hace se le cuestiona no sólo desde tu perspectiva si no también desde la familia: abuelos, tíos…

Cread en casa un espacio de naturalidad para la situación que estáis viviendo, preguntad, sed sinceros, hablad, llegad a acuerdos… Todo esto, además, estará enseñando a vuestros hijos importantísimas habilidades para la vida, porque como sabes, somos sus referentes.

He empezado por la parte de los adultos porque, si para nosotros la situación está normalizada y nos tratamos de entender, les estaremos enseñando a escuchar y a proponer soluciones cuando hay conflictos y facilitará la situación con los niños.

Educar es un desafío de por sí y se complica cuando no eres la madre o padre biológico y además existe esa figura en la vida de la criatura.

Os dejo algunos consejos para que podáis poner en marcha en casa, en este caso en referencia a los más pequeños:

  • RESPETO: En general con todo, con su adaptación a la nueva familia y la nueva situación, respeto por la madre o el padre biológico no conviviente, me refiero a no desautorizar lo que el otro progenitor dice o hace, habladlo entre las personas adultas, hacerlo sólo le puede crear un conflicto de lealtades.
  • VISIBILDAD: Lo que no se nombra no existe, darle visibilidad a la figura de la madrastra o padrastro, es lo que sois y no tenéis porque esconderlo.
  • CURIOSIDAD: Pregúntale que ha hecho en el tiempo fuera, que te cuente las cosas que hace con su madre o padre. Aquí el tono es de curiosidad, de darle la opción de contar lo que pasa en la otra casa, nuestra intención no tiene que ser de sacar información. Dale confianza para que te pueda contar lo que sea al respecto.
  • PERTENENCIA: Igual que con la figura de padrastro o madrastra, las criaturas han de sentir que pertenecen a esta nueva familia, idead planes juntos que favorezcan esta conexión, todo sin forzar la situación.
  • AMABILIDAD Y FIRMEZA: Esta es la base de la Disciplina Positiva, ser amables con nuestro tono de voz, respetando la situación y las necesidades de los más pequeños y también siendo firmes al mismo tiempo con las decisiones que tomemos y siendo consecuentes.

Como decía al inicio del artículo hay que tener calma, respetar los tiempos de cada uno de los miembros ayudará a que las cosas fluyan más fácilmente. Os animo a revisar estos puntos y ver si podéis aplicar alguno de ellos para poder mejorar vuestras relaciones dentro de vuestra familia enlazada.

Sandra Martín,  Educadora de Familias en Disciplina Positiva

Actividades que va a realizar Sandra Martín en breve.

Imperfectas y positivas

Escuela de familias ONLINE