FP.- “Solo hay una manera de matar al capitalismo: con impuestos, impuestos y más impuestos” (Karl Marx)
Bruselas ha comenzado a recibir los planes de recuperación y entre los documentos remitidos el de España destaca por ser el único de los grandes países europeos que lejos de proponer bajada de la presión fiscal prevé nuevos impuestos y subidas de los existentes.
Al impuesto que grave los envases de plástico no reutilizables, se le añade la revisión de las bonificaciones de los impuestos en vigor.
Debatir sobre la necesidad de los impuestos a estas alturas de la historia de España es un absoluto dislate.
Es obvio, además de consustancial con una sociedad moderna y avanzada, que el marco fiscal en todos los ámbitos reequilibra las diferentes circunstancias económicas de los ciudadanos, permite solidaria y proporcionalmente contribuir al bien común y mantiene los servicios públicos en niveles de universalidad y excelencia.
Los impuestos son el mecanismo del Estado y las administraciones para garantizar igualdad de oportunidades, apoyo al que lo necesita, incentivos para equiparar a todos y capacidad para crear o modernizar infraestructuras y equipamientos.
Pero la política fiscal también es un instrumento de aceleración de la economía en el ámbito privado para estimularla hacia su crecimiento y creación de empleo.
El PP siempre bajó impuestos, ingresó más dinero y creó más empleo.
El PSOE siempre subió los impuestos, ingreso menos dinero y destruyó empleo.
Es un axioma, menos presión, más circulación de dinero, más crecimiento, más riqueza sobre la que cobrar impuestos, más empleo, menos subsidios, menos gastos.
Pero también es empírico.
Comparación en recaudación de los dos grandes impuestos entre PSOE y PP:
IRPF GONZALEZ 31 mil millones
IRPF AZNAR 72 mil millones
IVA GONZALEZ 20 mil millones
IVA AZNAR 55 mil millones
IRPF ZAPATERO 63 mil millones
IRPF RAJOY 77 mil millones
IVA ZAPATERO 33 mil millones
IVA RAJOY 63 mil millones
Además de que siempre hubo más empleo cuando terminan las legislaturas populares y más paro cuando culminan las legislaturas socialistas.
Que el plan más importante de la historia de España sea un borrador desconocido, no negociado y cargado de ideología en los pocos datos que se tienen del mismo es una catástrofe nacional que se suma a la pandemia a la crisis económica.
La izquierda está bajo el yugo del marxismo fiscal del que ha sido incapaz de deshacerse en 40 años de democracia y economía de mercado. Les queda las ataduras de sus viejas proclamas.
149 mil millones a la economía verde, a la digitalización, a la modernización y actualización de infraestructuras, a la mejora de equipamientos y a los sectores productivos pueden cambiar radicalmente la vida de los españoles, a una velocidad extraordinaria, a mejor.
140 mil millones a la ideología, a la intervención del estado, al dirigismo, al capricho partidario, a las ataduras con los radicales, pueden ser una losa imposible de levantar en décadas.
Los impuestos son el medio, no son el fin. Y a todas luces vuelven a ser protagonistas del proyecto del Gobierno de Sánchez en su propuesta de recuperación de la maltrecha economía española.
