Inicio Actualidad Inhumano e infame Macron – La Gaceta de la Iberosfera

Inhumano e infame Macron – La Gaceta de la Iberosfera

El mundo es un lugar complejo y, en ocasiones, por la acción del ser humano, miserable. Sólo desde esa visión realista de la vida y de la condición humana, se puede llegar a entender que un político defienda el aborto, sobre todo cuando ese político hace tiempo que trituró su conciencia a base de no tener creencia alguna más que su ansia de poder.

Lo que jamás podremos entender es que alguien, y mucho menos un estadista, que es una condición reservada, en principio, para líderes de las naciones y a los que deberíamos suponer orientados hacia la preservación del bien (y no hay mayor bien que la vida), pueda llegar a reclamar que el aborto sea considerado un derecho. Terminar con una vida humana indefensa, inocente e inconsciente es un crimen. A veces, un crimen sin castigo. Pero jamás debe ser un derecho.

La exigencia del presidente francés, Emmanuel Macron, de que el aborto sea considerado no ya un derecho, sino un derecho humano —que es un categoría superior, reservada para aquellos derechos inmanentes al ser, es decir, al existir, y que son, o deberían ser, comunes a todos los seres humanos sin distinción alguna—, nos da la categoría del socioconfuso que preside Francia, que en parte lidera Europa, y que en una situación de gravísima crisis política, económica, sanitaria y fronteriza como la que sufre la Unión Europea, reserva su precioso tiempo para anunciar con gran afectación su inhumanidad.

Por desgracia, no está solo. Ante el avance de la revolución provida en todo Occidente, no son pocos los políticos de medio pelo y ninguna conciencia que han hecho suya la barbaridad de exigir que matar a un ser humano, al más inocente e indefenso de todos, sea considerado un derecho humano.

Algún día, esta seudomodernidad vacua tendrá que dar cuenta de su barbarie y de su inhumanidad. Ese día, que por desgracia imaginamos lejano a pesar del avance imparable del movimiento provida, el nombre de Macron y el de todos los que le acompañen en su inhumanidad serán infames.

Escrito queda.